La presión era demasiada para Quilmes pero las ganas de salir de la incómoda situación en los promedios fueron superiores a los nervios en el Centenario. El Cervecero dio vuelta un partido complicado ante Deportivo Morón y ganó por 2 a 1 gracias a dos penales para alimentar sueños compartidos: la salvación del descenso y la clasificación al Reducido que puede llegar de la mano de lo anterior.
La firmeza la puso el dueño de casa que entró mejor en el campo con dos situaciones de Francisco Ilarregui y Leandro González. Poco a poco, el Gallo emparejó las acciones y creció con el protagonismo de Matías Pardo. Así llegó la apertura del marcador por parte de la visita que aprovechó un rechazo en forma de error de Federico Álvarez y una definición a la red de Javier Rossi. Cinco minutos después, el local reaccionó con una jugada encabezada por Felipe Cadenazzi que terminó en un penal cobrado por Héctor Paletta: Jonatan Torres no defraudó y empató el duelo (1-1) para el cierre del primer tiempo.
Más enchufado empezó el elenco de Mario Sciacqua que tuvo el segundo en los pies de Leandro González. Esa situación fue un aviso de lo que pasaría: Cadenazzi vendió un agarrón de Emiliano Méndez y Paletta compró. El delantero se encargó de la ejecución y de adelantar a su equipo con zurdazo goleador. El partido tomó otro rumbo con los dirigidos por Walter Otta lanzados al ataque y el locatario, a la contra. Las chances desperdiciadas para los vestidos de blanco le dieron vida a los del Oeste que lo intentaron pero no consiguieron llevarse algo del Sur.
Fueron dos penales con objetivos compartidos para darle esperanza a Quilmes. El Cervecero todavía está en puesto de descenso y tendrá más finales para lo poco que queda del Nacional B que también lo puede acercar al Reducido. Una cosa lleva a la otra. El Gallo aún no está salvado en los promedios pero mira desde lejos y con más partidos por jugar.