El árbitro polaco que dirigió la última final del Mundo está siendo investigado por la UEFA sobre un accionar donde el colegiado habría participado de una marcha política afiliado a la extrema derecha en su país.
Szymon Marciniak está en el ojo de la tormenta. A la actuación del inglés Anthony Taylor en la definición de la Europa League que valió el enojo de José Mourinho y los hinchas italianos que lo increparon en el aeropuerto se suma la polémica sobre el juez que actuará en Estambul en el partido entre Manchester City e Inter. El episodio se remonta al pasado 29 de mayo en Katowice.
El líder polaco Slawomir Mentzen organizó un mitin y el árbitro habría asistido a dicha marcha donde el eje político es de extrema derecha como denunció el medio «La Repubblica». Bajo investigación se tomará una decisión sobre si será apartado del gran encuentro o se mantendrá. Lo que sí ya la polémica se instaló en una final anticipada.