
En el Chase Center, los Golden State Warriors vencieron 109 – 106 a los Houston Rockets, para así poner la serie de primera ronda 3-1 a su favor.
En este cuarto juego, los Houston Rockets eran los favoritos a ganar. Jimmy Butler venia de perderse el partido pasado, por ende se suponía que no iba a volver con toda la energía. Y con una buena defensa hacia Stephen Curry, el encuentro estaba mas que ganado para los visitantes. Pero la historia del cuarto juego fue totalmente distinta.
En el arranque de la noche los Rockets empezaron a defender muy arriba y mantener una presión constante en las ofensivas. Rápidamente estos tomaron la ventaja de 10 unidades y ya se veían ganadores. Curry estaba siendo muy bien defendido, así que no parecía haber ningún problema.
Este encierro que provocó el conjunto visitante, hizo que Brandin Podziemski se luzca y empiece el show de triples en la Bahía. Buddy Hield estuvo desde el arranque y aportó demasiado en el perímetro, permitiéndole al Chef hacer un mal partido. Los tiros de tres también caían de la mano de Fred VanVleet, mientras que Draymond Green y Alperen Sengun disputaban un juego sucio en la pintura.
Este estilo de juego, reñido y sucio por minutos, se mantuvo hasta el final de la noche. Curry aportaba siempre que podía liberarse de su marca y Jimmy, por otro lado, estuvo atento en los desmarques y sumo una gran cantidad de puntos desde abajo de la pintura. Aun así, lo que hizo que los Warriors venzan en este partido, fue la gran defensa que mantuvieron abajo del aro, durante los últimos minutos del encuentro.
Ahora, el próximo miércoles 30 de abril, en el Toyota Center, se disputará el siguiente juego de la serie.
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