«El año pasado me echaron de acá y yo, por el amor que le tengo a este club, otro jugador no hubiese vuelto, pero yo volví para esto» dijo entre lágrimas el máximo goleador del Calamar aquella gélida y lluviosa noche del 2 de mayo de 2018 en cancha de Lanús. El Marrón derrotaba a Estudiantes de Buenos Aires en la final del campeonato de la B Metropolitana y lograba el ansiado ascenso al Nacional B sin imaginarse que, una temporada más tarde, se sellaría una nueva desvinculación de Daniel Alejandro Vega.
«A este club le debo todo» añadió llorando en esa entrevista a TyC Sports, el gran ´Trapito´ Vega. Delantero intratable, ídolo tan eterno como actual, que a pesar de sus 37 vueltas al sol se las ingenió para correr a la par de sus compañeros y meter cuatro tantos más en la segunda división del fútbol argentino.
Reconocido hincha de Huracán, eso no fue impedimento para tener un amor irrompible con los corazones marrones. Vega se dio el gusto de defender la pilcha del Globo y de jugar en Primera vistiendo los colores de Godoy Cruz de Mendoza donde hizo de las suyas justamente ante San Lorenzo de Almagro.
El atacante la rompió en Los Andes, en Almirante Brown, en Talleres de Remedios de Escalada, pero su verdadera casa estuvo en Vicente López. Y el Calamar, a la vez, lo recibió siempre con los brazos abiertos. Por eso mismo, cual hogar familiar, se fue y volvió cuatro veces con la misma calidez de siempre.
Los hinchas empezaron a despedirlo y hasta el club elaboró una nota de agradecimiento. «Por entregar todo en cada partido, por haber sido espejo e ídolo de nuestro pibes, por el amor incondicional a nuestros colores, por mostrar que con profesionalismo y trabajo se pueden alcanzar los sueños, por las 86 veces que las gargantas se nos llenaron de gol» expresó a modo de despedida el sitio oficial de Platense. Se fue Vega. Se fue ´Trapito´, el máximo artillero de la historia de la institución.