Una temporada sin competencias internacionales para un grande como el Rossoneri sería sumamente extraño. Sin embargo, el elenco de Stéfano Pioli, recuperó mucho terreno en lo que va del 2020 y sumó una nueva victoria, tras vencer por 3 a 1 a los Cruzados, para alcanzar al Nápoli en la sexta posicion de la Serie A.
Mereció el triunfo el Milan pero hasta se llevó una sorpresa cuando el Parma abrió la cuenta y se fue al descanso arriba en el marcador. Totalmente injusto hasta ese entonces era la victoria de la escuadra de la Emilia-Romaña pero, cuando en la complementaria hicieron méritos para conservar la victoria, se le dio todo lo que se le había negado al dueño de casa.
Los de Pioli dominaron los piolines durante todo el capítulo inicial. En el arranque aprovecharon tres tiros de esquina para complicar a los Cruzados. El francés, Theo Hernández, con un cabezazo y, luego, con una arremetida, le pifió a los tres palos mientras que, Alessio Romagnoli, precisamente estrelló en uno de los parantes su testazo. El control milanés era total en el Giuseppe Meazza.
Parma recién llegó con algo de riesgo al área del Milan a los 34 minutos cuando el sueco, Dejan Kulusevski, envió un centro que conectó Bruno Alves por encima del travesaño. A partir de ahí empezó a arriesgarse un poco más el conjunto de Roberto D´Aversa y finalmente encontró un premio tan inesperado como injusto.
Gervinho comenzó a inspirarse y, tras dilapidar un mano a mano, elaboró un gran jugada descargando un pase en profundidad para Alberto Grassi. El volante llegó a línea de fondo y envió un centro hacia el corazón del área donde estaba Jasmin Kurtic quien guardó el esférico contra la base del poste izquierdo de Gianluigi Donnarumma.
El Rossoneri que había creado casi todas las situaciones de peligro, se iba al descanso abajo en el marcador, con un tiro desviado del sueco, Zlatan Ibrahimovic y un bombazo de Theo que Luigi Sepe logró desactivar. La felicidad era toda azul y amarilla en el norte de Italia.
Sin embargo, así como cuando más lo merecía, menos se le daba, en la complementaria prácticamente se dio a la inversa. El Parma entendió que su rival no era el cuco tan temible de este 2020 y arriesgó a más sin imaginarse que saldría un Milan tan inspirado como afortunado a jugar los segundos 45 minutos.
El Cruzado pudo ampliar la ventaja a los 7 del capítulo final cuando Kurtic le sacó astillas al parante izquierdo del arco de Donnarumma. No obstante, el Rossoneri, en una ráfaga torció el marcador para siempre. Iban 9 cuando Franck Kessié metió un golazo de otro planeta a través de un zapatazo que se incrustó contra el palo zurdo de Seppe y terminó besando las redes del Giuseppe Meazza. Y, cuatro minutos más tarde, Romagnoli de cabeza conectó tras una pelota parada para marcar el 2 a 1 en favor del dueño de casa.
Lejos de achicarse, el Parma seguía confiando en su potencial y demostró tener armas como para asustar al Milan. Kulusevski quiso ponerse el traje de salvador pero ni su disparo que dio en el travesaño, ni su asistencia para Roberto Inglese surtieron efecto ya que en esta última fue el arquero local quien salvó con creces lo que podía ser el empate.
Y como en las máximas del fútbol, los que no se hacen en un arco terminan ingresando en el contrario. Así fue como a los 31 de la segunda parte, Giacomo Bonaventura tocó para el turco Hakan Calhanoglu que esbozó un remate seco, al ras, cruzado, que se tornó inatajable para Sepe. Los Cruzados, ya sin energías, tan solo estuvieron cerca del descuento con un zapatazo de Matteo Darmian que Donnarumma tapó con el pecho mientras que el Rossoneri, envalentonado, encontró huecos para meter el cuarto pero ni el testazo de Ibrahimovic que se fue cerca del parante izquierdo, ni el intento de Ante Rebic surtieron efecto para decorar la goleada.
El Milan ganó 3 a 1, quedó séptimo pero en la misma línea del Nápoli que sería el último que está ingeresando a una competencia internacional. El Parma, en una temporada para el olvido, dejó pasar el último tren esperanzador de poder arañar tal vez uno de esos viajes por el resto del continente.
