El Calamar buscó, intentó, fue superior pero no pudo vulnerar a Juan Marcelo Ojeda. El ex arquero de River, Deportivo Cuenca de Ecuador, Rosario Central y Gimnasia de Jujuy fue la figura en la noche de Vicente López para que el Viola no se fuese derrotado hacia Camapana. Y así repartieron unidades con un 0 a 0 inmerecido.
Villa Dálmine se llevó un punto de oro para quedar cuarto y no sexto, de hecho estuvo cerca de ganarlo en tiempo de descuento, pero la verdad es que el único protagonista que hubo en cancha fue Platense que hasta disfrutó el regreso a la actividad de Facundo Curuchet pero no pudo cantar victoria en su propia casa.
Fue un gran dominio del Marrón. Nicolás Morgantini volvió a ser clave por las bandas. Hernán Lamberti se adueñó del mediocampo. Y las buenas oportunidades que tuvo Cristian Tarragona no logró concretarlas ante un Ojeda atentísimo y clave para que los dirigidos por Walter Otta pudiesen conservar el cero en su retaguardia.
Fernando Ruíz leyó bien el juego y apostó por más variantes en ataque. En la complementaria entró Curuchet que hizo delirar al público presente. Más tarde entró Daniel Vega. Todo al ataque pero la pelota no quería entrar. Y, en tiempo de descuento, el ex arquero de Racing, Jorge de Olivera, apareció para ahogarle el festejo a Ijiel Protti que hubiese sido una injusta victoria del Viola.
Villa Dálmine, con el gran trabajo en su última línea y por sobre todo en la formidable noche de Ojeda, empató 0 a 0 para seguir dentro del Reducido. Platense, si ganaba, se metía dentro del octogonal para apostar por el segundo ascenso a Primera. Lo buscó y no lo consiguió, pero el fútbol da revancha y por eso mismo deberá dar vuelta la página cuanto antes.