El fútbol argentino tuvo un freno abrupto a medidados de marzo cuando la pandemia por el coronavirus obligó a todas las entidades a detener sus actividades. Y si bien el último encuentro registrado fue en la noche del lunes 16 de marzo, el Tambero de la Primera D ya llevaba dos semanas sin jugar un partido de manera oficial.
Rosario Central y Colón de Santa Fe le bajaban la cortina a la primera fecha de la Copa de la Superliga. Ese mismo día Argentinos Juniors había derrotado a Lanús, Agropecuario a Barracas Central, también por la noche Almagro frenaba a Chacarita Juniors, y otro abanico de pleitos pudieron completar la grilla. Sin embargo, Claypole, que tenía previsto presentarse un día más tarde no pudo hacerlo y así sumó su segunda postergación al hilo en la menor de las categorías directamente afiliadas a AFA.
Adelantados a lo que se venía, los de Roque Drago no tuvieron suerte en las últimas semanas antes del stop definitivo. La última presentación fue el lunes 2 de marzo, en el Rodolfo Vicente Capocasa, cuando Yupanqui lo derrotó por la mínima diferencia. Y para situarlo en comparación con el globo terráqueo, veinticuatro horas atrás aparecían en cancha por última vez clubes como la Roma y el Lecce en Italia, o un día atrás el PSG y el Racing de Estrasburgo en Francia.
Claypole va camino a estar 43 días sin jugar al fútbol de manera ofiical y, por como viene la mano, esto podría extenderse algunos meses más en un parate superlativo a nivel mundial. Los del sur del Gran Buenos Aires sólo disputaron cuatro pleitos en lo que va del 2020 frenándoles también un envión que los posicionaba muy bien en la tabla general para mantener intacto el sueño de ascender a la Primera C a mediados de este año.
