El Patrón empezó a reforzarse pensando en lo que será el reinicio de los campeonatos de fútbol en la República Argentina. Sin fecha aún para la vuelta a la actividad, el mercado de pases hizo ruido de todos modos en la capital entrerriana cuando abrocharon la llegada de Lucas Kruspzky y Jorge Ortíz al primer equipo de Gustavo Álvarez.
Cuando se confirmó la continuidad del cuerpo técnico al mando de Patronato de Paraná, comenzaron las gestiones para reforzar el plantel de una escuadra rojinegra a la cual la pandemia la salvó del descenso y le permitió un par de meses más en la elite del fútbol argentino. Por eso mismo, y con el afán de engrosar el promedio, la dirigencia se movió rápidamente aprovechando algunos jugadores que quedaron libres de otros equipos tras aquél fatídico 30 de junio donde se vencían muchos contratos.
Jorge Alberto Ortíz, con pasado por Arsenal de Sarandí, Independiente y Lanús así como también en el fútbol de Suecia y México, fue uno de los primeros ser confirmados como refuerzos del Patrón. El «Marciano», campeón de la Copa Sudamericana con el Granate, venía de pasar un par de años buenos en Tigre donde supo darle la primera estrella al elenco de Victoria. En condición de libre, el mediocampista de 36 años, concretó el arribo a un nuevo club y volverá a transitar las canchas de la elite.
El otro refuerzo, que también regresará a la Liga Profesional Argentina, será un jugador surgido de la cantera de Independiente y con pasado por la Selección Argentina Sub 17. De hecho, Kruspzky sufrió una dura lesión en las juveniles que lo marginó por algunos meses de las canchas en su mejor momento. Luego, pasó por Arsenal, Atlético Rafaela, Aldosivi y su última gran participación fue defendiendo la camiseta de Santamarina de Tandil.