Unión y Platense jugaban el segundo tiempo de un discreto partido en Santa Fe cuando un hincha del Tatengue se descompuso en una de las populares del estadio 15 de abril. Los hinchas le pidieron parar el partido, el árbitro Pablo Echavarría cumplió y los médicos se convirtieron en héroes de la noche.
Los empleados de la salud de Platense y de Unión corrieron a toda velocidad para atender al fanático del Rojiblanco pero se encontraron con un obstáculo: el portón que daba a la tribuna donde había ocurrido el problema estaba cerrado. Ante la desesperación de los hinchas, los médicos decidieron saltar la reja para atender al ´paciente´, que se desmayó y fue reanimado por los mismos.
Los doctores de Platense y de Unión fueron aplaudidos por todo el estadio y el encuentro pudo reanudarse en Santa Fe.