La elite de Italia regresaba al ruedo después del breve receso de invierno y el show tenía previsto una apertura de nivel. Al mediodía de la Emilia-Romaña, Inter debía visitar a Bologna pero el dueño de casa no se presentó en el estadio mientras que el Narazzurri hasta hizo la entrada en calor y confirmó el equipo. Partido suspendido y, seguramente, cesión de puntos para la Gran Culebra.
El líder de la Serie A ganó sin jugar o, al menos, deberá esperar que el tribunal confirme el fallo que le otorgaría los tres puntos. A pesar que ambos elencos llegaban a este encuentro con casos de covid positivo, los de Milan se tomaron el trabajo de viajar los 216 kilómetros hasta el Renato Dall’Ara pero los dirigidos por Siniša Mihajlović ni siquiera salieron de sus hogares.
Se conocía que, entre las bajas del Rossoblú, estaba el argentino Nicolás Domínguez. Por el lado del Nerazzurri todo indicaba que los chilenos, Alexis Sánchez y Arturo Vidal, serían de la partida en la Emilia Romaña. Otro que esperaba su chance era el ex Racing, Lautaro Martínez, ante la ausencia confirmada de Edin Dzeko por los coletazos de la pandemia
Inter se presentó en el campo de juego para jugar su partido. Todo estaba en condiciones para que vuelva a disputarse la Serie A, las redes puestas, los esféricos en la cancha, pero faltó el rival. Bolonia, dueño de casa, optó por priorizar la salud y ausentarse. Así, de no mediar imponderables, la Gran Culebra sumaría tres puntos más sin siquiera haber transpirado en el verano italiano.
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