Su llegada ilusionó a propios y extraños. El Torito, con ambiciones claras de volver a la elite del fútbol argentino, había abrochado grandes refuerzos como el del ex Racing, Valentín Viola, la gran apuesta de la joya del Deportivo Maipú que era Santiago González, y tambián la experiencia de un zaguero como Daniel Díaz que, después de un semestre, le puso fin a sus tareas en la entidad Verdinegra.
El «Cata» multicampeón con Boca Juniors pero también gran ganador con el Atlético Madrid, aceptó la propuesta de Nueva Chicago para ser parte de un plantel que ya se comió un entrenador y, a pesar de ganar el primer partido de la temporada hace poco con Rodolfo de Paoli en el banco, el presente del club porteño ha dejado mucho que desear con respecto a lo que su historia venía marcando.
Último en su zona, con peligro de descender a la B Metropolitana el año que viene, y sin chances de trepar peldaños antes del receso veraniego, el clima por Mataderos llevó a que el experto defensor pusiera fin a su contrato con la institución. Tanto el profesional catamarqueño como la dirigencia habían acordado que al cabo de la primera rueda el club o el jugador podían rescindir el vínculo algo que acabó sucediendo con una jornada aún por completarse en el calendario.
Díaz, con 40 años y más de 600 partidos sobre sus hombros, quedó sin club mientras que Nueva Chicago intentará suplir la salida de un defensor con pergaminos y hará uso del refuerzo extra que agregaron en la última asamblea de la Primera Nacional donde el cupo de refuerzos para el segundo semestre de la temporada pasó de dos a tres futbolistas en el caso de todas las entidades.
