Por un lugar en la Champions League 2020/21, se midieron en una fase previa los Blanquiazules y las Águilas Verdes en la bellísima zona de los fiordos escandivanos. El campeón de Noruega la pasó mal pero reaccionó sobre el final para empatar 3 a 3 con quien dio la vuelta olímpica algunos meses atrás en la bellísima Budapest, capital de Hungría.
Ferencvárosi, por potencial, creía que iba a tratarse de algo no tan complicado este cotejo de ida apostando a liquidar todo la semana próxima en su casa. De hecho, los dirigidos por Sergiy Rebrov, abrieron la cuenta a los 7 minutos del primer tiempo tras un notable desborde por derecha de Endre Botka para que Franck Boli sólo tuviese que empujarla al fondo del arco del Molde FK.
Promediando la etapa inicial, la visita controlaba el resultado pero tampoco castigaba mucho al sueco, Andreas Linde, que volvió a verse sorprendido en el arranque de la complementaria cuando Myrto Uzuni cabeceó otro centro de Botka ante la escueta respuesta del defensor, Stian Rode Gregersen. Aunque la jaqueca duró poco para el dueño de casa.
Molde, que ganaba en tiros de esquina, en posesión, en voluntad pero no así en ideas claras para arrinconar al Ferencvarosi, tuvo una ráfaga de diez minutos que sopló del Mar del Norte y congeló a los húngaros. Leke James, cabeceó un córner entre siete camisetas del rival, y descontó para poner algo de tension en el coqueto estadio noruego. Y, en ese envión que significó achicar la brecha, el dueño de casa igualó el pleito en una hermosa jugada colectiva que culminó Magnus Eikrem con una especie de volea, y de primera, en la cual nada pudo hacer Denes Dibusz.
Del 2 a 0 sin mucha preocupación, la visita pasó a perderlo 3 a 2 bien cerca del final porque Martin Ellingsen cabeceó en el área grande un centro de Fredrik Aursnes y torció por completo el tanteador en la zona costera del país escandinavo. La sopresa y la ilusión reinaba en el elenco vestido de azul hasta que, una mano involuntaria de Ola Brynhildsen tras un remate de Oleksandr Zubkov le dio la chance del empate a las Águilas Verdes. Ihor Kharatin pateó donde no viajó el arquero, y a los 41 minutos, puso cifras definitivas en el norte europeo.
Como si hubiesen salido de una misma matriz, Molde y Ferencvárosi empataron 3 a 3 dejando en claro los enormes deseos de ambos de ser parte de una Champions League plagada de estrellas. En Noruega llenaron los corazones de fútbol, pero la verdad se sabrá dentro de una semana cuando en Budapest solo uno rompa el «Molde» y se meta en la zona de grupos.