Uno venía de ser campeón del mundo en 1986 y de convertirse en ídolo de todo Nápoles. El otro, dejaba el mítico Steaua Bucarest para convertirse en refuerzo estrella del Real Madrid después del Mundial que se disputaba en Italia. Allí, en ese evento, tanto Diego Maradona como Gheorghe Hagi compartieron cancha e inmortalizaron ese instante con una foto inolvidable.
Argentina y Rumania jugaban mucho más que un partido por la Copa del Mundo. Camerún ya le había ganado a ambos en las dos jornadas iniciales y se había asegurado un lugar en octavos de final. Una victoria de la Tricolorii eliminaba por completo a la Albiceleste que llegaba a esta cita máxima con la obligación de defender el título logrado en México.
Pedro Damián Monzón abrió la cuenta para los de Carlos Bilardo y llevó algo de tranquilidad a suelo sudamericano. Un rato más tarde, empató Gavril Balint. El 1 a 1 final en Nápoles depositó a ambos en octavos de final de Italia 90. Sin embargo, por la tensión de la contienda, nadie pudo disfrutar realmente de dos enganches prodigiosos dentro del rectángulo de disputa.
Ninguno de los dos necesitó prólogos para ser presentado. Uno ha sido para siempre el «Diego». Al otro lo apodaron el «Maradona» de los Cárpatos. Y vaya si esa foto, tomada un 18 de junio de 1990, hace exactamente 32 años no ha sido tan importante que el propio rumano la hizo como un mural para colgar en su casa. Sin dudas, también la imagen habló de la grandeza y la humildad del enorme Hagi.
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