El 24 de marzo de 1991 Diego Armando Maradona disputó su último partido oficial con la camiseta del Napoli, cierre abrupto para una historia de amor sin fecha de vencimiento. En aquella derrota ante Sampdoria, el Pibe de Oro anotó la diana final de su laureado paso por el Azzurri.
El Mundial de Italia 1990 fue un quiebre en la carrera de Maradona. Aquella final imposible de digerir y el inolvidable duelo de semifinales contra el dueño de casa en San Paolo; allí Diego, el verdadero dueño de casa, inmortalizó sus insultos contra los aficionados que chiflaron durante el himno argentino. Luego su penal convertido frente a Zenga, y la atajada de Goycochea ante Serena que eliminó a Italia de su Copa del Mundo.
El 17 de marzo de 1991 Napoli derrotó a Bari por la mínima, Diego armó un jugadón por banda izquierda y tiró el centro que cruzó toda el área hasta caer en la cabeza de Gianfranco Zola, que impulsó a gol. En retrospectiva esa fue la última función del Pelusa en San Paolo, estadio que hoy lleva su nombre.
Maradona fue sorteado para el control antidopaje tras la victoria ante Bari y días después,el domingo 24 de marzo, fue titular en la caída de Napoli frente a Sampdoria en el Estadio Luigi Ferraris de Génova. Diego fue amonestado y convirtió, de penal y a 15 del final, el descuento de su equipo, que terminaría cayendo 4 a 1. Vestido de rojo, el Pibe de Oro cruzó el zurdazo para colgarlo contra el ángulo superior izquierdo de Gianluca Pagliuca.
No se sabía, o tal vez sí, que ese iba a ser su último partido con Napoli. Días después se dieron a conocer los resultados de aquel doping, positivo con restos de cocaína. 15 meses de suspensión.
Fue el último de sus 259 partidos con la camiseta Azzurri, también el último de los 115 goles. Siete temporadas inolvidables con cinco títulos.
De aquel quiebre en el Mundial 90 al doping positivo que lo alejó de Italia. Al respeto y en su libro autobiográfico, publicado en 2000, “Yo soy el Diego”, Pelusa aseguró: “Me tocó el control antidoping y la vendetta se cumplió. La venganza estaba escrita, y al final llegó”.
