Se midieron más de la cuenta y no quisieron exponerse demasiado porque no sólo estaba en juego un boleto a octavos de final de FA Cup sino también las estrategias para luchar por el título de la Premier League. En un juego donde el que metía el gol ganaba, los Citizens derrotaron por 1 a 0 a los Gunners para avanzar en el torneo más antiguo del globo terráqueo.
Era fútbol pero parecía ajedrez. Pieza por pieza, todo estudiado y hasta a veces lento. Dejar un espacio era perder el partido y el cerebro de Pep Guardiola le permitió al Manchester City encontrar ese hueco para lastimar a la férrea defensa del Arsenal.
La visita arrancó mejor en la noche del viernes con un misíl de Takehiro Tomiyasu que desactivó con un manotazo el alemán, Stefan Ortega Moreno. Con pocas emociones, recién hubo que esperar a los 24 minutos para la aparición de Kevin de Bruyne con un tiro a colocar del belga que despintó el caño derecho del estadounidense, Matt Turner.
En la complementaria Guardiola y Mikel Arteta apostaron a los cambios para ver si algo cambiaba y Pep acertó con el ingreso de Julián Álvarez. El argentino, un poco suelto y moviéndose algo alejado del área, metió un zapatazo a los 19 minutos.
El tiro del ex River dio en el palo, el rebote lo capturó Jack Grealish, y después de marear un rato a Tomiyasu descargó para Nathan Aké. Allí, el defensor neerlandés ofició como un delantero de experiencia y castigó al palo más lejano de Turner para inflar las redes y torcer definitvamente el destino del juego.
El que hacía el gol ganaba y el mismo llegó a través de Aké para los locales. Arsenal, eliminado de un torneo que lo tenía como el máximo ganador, apostará de lleno a quedarse con la Premier League. El 1 a 0 favoreció a Manchester City que, milimétricamente, se metió en octavos de final de la FA Cup.
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