Fue posiblemente el mejor partido de su vida o uno de ellos. El Xeneize llegaba de punto y el Merengue como banca a la final intercontinental del año 2000 que se resolvió en favor del conjunto argentino con un doblete de Martín Palermo. Esa misma noche, en Tokio, Luis Figo intercambió camiseta con Juan Román Riquelme la descosió toda.
El 28 de noviembre de 2000 quedará para siempre en el recuerdo del hincha de Boca. Aquél triunfo ante el poderosísimo Real Madrid colocaba a los de Azul y Oro en lo más alto del globo terráqueo con una nueva Europeo-Sudamericana para sus vitrinas.
Una vez culminada dicha contienda, Juan Román Riquelme intercambió camisetas con Luis Figo y el portugués acaba de donar semejante prenda después de 23 años al Museo de Leyendas. El ex Inter también sostuvo sobre este recuerdo: «Creo que es una gran alegría para todo el mundo del fútbol y principalmente para todos los argentinos».
Foto: Shaun Botterill /Allsport