Lunes 21 de Octubre, 15:30 hs. La tarde en General Rodríguez alcanzaba su punto álgido con el comienzo de un duro choque entre el «Lechero» y el «Tambero». Un verdadero «clásico lechero», que tendría suspenso en el marcador hasta el final.
El visitante llegaba con la esperanzas intactas de acceder a la punta del campeonato de la Primera C Metropolitana, con lo que significan grandes actuaciones y victorias más que vitales en el último tiempo. Mientras que por su parte, Alem buscaba hacerse fuerte de local luego de lo que había sido la dura derrota en el estadio de Deportivo Español. El lechero está llevando adelante una campaña irregular, pero siente que está para más y quería demostrarlo en el campo frente un Cañuelas entonado y agrandado por sus conquistas.
Desde el comienzo el encuentro fue interesante. Ambos proponían un ida y vuelta que le brindó dinámica y atractivo al juego. El local no se achicó ante la adversidad que suponía tener enfrente a un «rojo» optimista y en pleno crecimiento, y tuvo la más clara de la primera etapa: un rotundo cabezazo bien direccionado por Pintos que supo estrellarse en el travesaño. La fricción reinó en el verde césped y enfrentó a los mediocampos de ambos elencos sin cesar, durante los 90 minutos.
El complemento no distó mucho del primer tiempo: la intensidad fue protagonista. El campo de juego no se encontraba en buenas condiciones pero a pesar de esto los jugadores se la rebuscaron para hacer rodar el balón precisamente. Las llegadas seguían repartiéndose para ambos lados, las imprecisiones frente a los tres palos se volvían repetitivas y llenaban de nervios a todos los presentes (y a los que no, también).
El contexto estaba dado para aquel típico empate sin goles: cuando el esférico no quiere ingresar, no hay con qué darle. Pero Cañuelas está encendido. Está confiado y tiene esa pizca de suerte que caracteriza a aquellos que pelean campeonatos. Cano se encontraba a punto de definir en el área de Alem, cuando fue sujetado y el juez pitaba para indicar que se había cometido la pena máxima: Penal para el «Tambero» faltando menos de cinco minutos para el final del encuentro. Maidana se haría cargo de ejecutarlo de gran manera, entonando el grito sagrado al ritmo de su remate.
Una muestra de carácter más para un Cañuelas que no para de dar indicios de buen juego y compromiso. El visitante se convirtió una vez más en puntero de la categoría, en compañía del Deportivo Laferrere. Por el lado del local, desolación y bronca por lo que podría haber sido un punto muy valioso para adquirir confianza.