(Photo by GABRIEL BOUYS/AFP via Getty Images)

La verdadera historia del frustrado pase de Isco a Union Berlin y la Bundesliga

Francisco Alí julio 18, 2023


Isco regresó a los micrófonos, relató diferentes historias que explicaron su ausencia en la prensa y confesó la verdadera historia de su frustrado pase al Union Berlin de la Bundesliga. Desde el llamado de Jorge Mendes, su representante, hasta la noticia sobre el problema de su contratación, el mediocampista cuenta los hechos tal cual ocurrieron y devela un hecho con pocas explicaciones.

UN EQUIPO PARA ÉL. «Yo tengo culpa de muchas cosas, de haberme dejado llevar en algunas ocasiones, de bajar los brazos incluso en entrenamientos porque me sentí superado, pero lo que pasó en Berlín… Fue tremendo. A las cuatro de la tarde del último día del mercado de fichajes, me llaman y me dicen que tienen un equipo para mí.»

EL LLAMADO CON LA OFERTA. «Me llama Jorge Mendes, mi representante, y me dice que tiene al Union Berlín, de Alemania, con una muy buena oferta hasta final de año con opción a un 1+1. Le dije que en cinco minutos le llamaba y me puse a mirar un poco por encima y a consultar. Iban muy bien en la Bundesliga, estaban en Europa League, el contrato era bueno, el proyecto tenía buena pinta… Así que acepté. Me mandaron el contrato y yo se lo reenvié a mi abogada. Todo en orden. Preparé la maleta y viajé solo a Berlín, ya que en cuatro horas era imposible organizar la mudanza de toda la familia, con dos niños tan pequeños… Y al llegar, me recibió una persona del club. Estaba todo hecho. Me hago las fotos, un saludo a la cámara… Lo típico. Y nos citamos para el día siguiente hacer el reconocimiento médico.»

LA MALA NOTICIA POR LA NO INSCRIPCIÓN. «Ya por la mañana, en el coche hacia el hospital me dicen: «Al final no te podemos inscribir en Europa». Y contesto: «¿Me lo dices ahora?». Su respuesta fue que lo intentaron hasta el final y que no pudo ser, así que bueno… Paso el reconocimiento médico, que lo pasé, aunque mucha gente lo pusiera en tela de juicio… Una cuestión bastante absurda, ya que los médicos del Sevilla pueden corroborar que mi estado físico en ese momento era uno de los mejores de mi carrera. El caso es que paso el reconocimiento y de camino a firmar el contrato me llaman de nuevo. «Oye, que al final no es esta cantidad… Que es menos». Y yo, por segunda vez, vuelvo a aceptar esos cambios que no estaban en el preacuerdo por el que volé a Alemania. Pero a los diez minutos, me llaman una tercera vez diciendo que la cantidad de la temporada que viene tampoco es la del contrato y que hay que revisarla. Y ya me planté. Viajé con muchas expectativas e ilusión a un equipo que juega Europa League y en quince minutos me habían cambiado la mitad del contrato. Contrato que estaba aceptado y revisando tanto por nosotros como por ellos. Era una falta de respeto. Yo no tengo 18 años, ni es el primer contrato que firmo, así que dije que así no firmaba. Si en doce horas en Alemania había pasado todo eso, en un año no lo quiero ni pensar… Les dije que lo sentía mucho y que me volvía a España, que no era serio lo que estaba pasando.»

PARAR LA CABEZA. «Me volví. Y ahí sentí que después de todo lo que había pasado necesitaba desconectar, limpiar mi cabeza… Mentalmente no estaba preparado para otra mudanza, otro proyecto… Sentí que necesitaba parar, hacer terapia, ordenar mi mente, ordenar mi vida, mis pensamientos…»


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