El derby de la zona de San Miguel en la Primera D fue pálido, opaco, sin luces. El Lobo Rojo, oficiando de local en Deportivo Malvinas durante las fantásticas remodelaciones en su estadio, igualó 0 a 0 con el Rayo Rojo en una contienda donde a cada equipo le correspondió un tiempo.
Iván Bentivegna, como en el partido inicial ante Centro Español en cancha de Ituzaingó, fue una de las piezas más movedizas del conjunto de Juventud Unida en un capítulo inicial donde los de Livio Conttessotto pudieron torcer la historia del pleito para siempre ante un Muñíz que no encontraba el nivel deseado.
Lucas Contreras fue el encargado de ahogarle el trinfo al local en Campo de Mayo. En la complementaria, la visita reaccionó, se agrupó mejor, y le robó el esférico al Lobo Rojo que no volvió a ser jamás el mismo de los 45 minutos iniciales. La diferencia, tal vez, estuvo en que el Rayo Rojo tampoco fue tan firme a la hora de los ataques y por eso mismo ofrendaron la parda sin festejos.
El clásico acabó empatado. El 0 a 0, carente de goles, quedará en el olvido pero dejará el recuerdo del estadio de Deportivo Malvinas para aquellos historiadores que algún día buscarán reflejar hechos destacados del ascenso argentino. Claramente, del resultado entre Juventud Unida y Muñíz, hablarán muy poco.