Julián Álvarez grabó, otra vez, su nombre en la historia del fútbol argentino convirtiéndose en el quinto jugador de su país que logró anotar en una final del Mundial de Clubes.
Rodrigo Palacio fue el primero de todos, marcando para Boca ante Milan el 16 de diciembre de 2007.
El Xeneize terminaría perdiendo 4 a 2 aquella final, y aunque su segundo gol fue de Massimo Ambrosini en propia puerta, se recuerda a Gabriel Paletta por impulsar el remate.
La final del 2009 entre Barcelona y Estudiantes de La Plata tendría una conquista argentina por lado. Mauro Boselli encendió la ilusión del Pincha pero Pedro empató sobre el final y Lionel Messi, saltando e impactando de pecho, puso el agónico 2-1 para el Blaugrana.
Messi repetiría con doblete ante Santos en 2011 y un nuevo gol, el cuarto en su cuenta personal en finales del Mundial de Clubes, ante River en 2015.
Finalmente Luciano Vietto quebró la sequía argentina en el Mundial de Clubes convirtiendo dos para el Al-Hilal ante Real Madrid, que de todas formas se impuso.
Ahora Julián Álvarez emuló a otro Campeón del Mundo y de pecho empujó al 1-0 parcial del City sobre Fluminense.
