Te extraño más que nunca y no sé qué hacer. Sé que comenzar un artículo periodístico hablando en primera persona es una falla inadmisible. Sin lugar a dudas, un error garrafal. Digo garrafal porque si le quitásemos la última letra sería un «error Garrafa». Y sí en verdad hubo un sólo error, Garrafa, fue esta fatídica tarde en la cual te subiste a la maldita moto que nos dejó sin vos hace trece años.
Te amo y sigue estando mal que este homenaje sea parezca más una editorial que un merecido recordatorio. Así que pasaré a hablar en nombre de todos. Te amamos. Como lo hacía el «Yagui» Rubén Darío Forestello. Al igual que Javier Sanguinetti. Sin distinción de camisetas. ¿Acaso alguien pudo odiarte?
José Luis, corré esa nube y mirá hacia abajo. Te cuento que Banfield salió campeón de Primera, que El Porvenir sigue paseando su rica historia por el sur del Gran Buenos Aires, y que el Deportivo Laferrere, tu Lafe, continúa convocando multitudes que no te olvidan ni un solo momento.
Dejame ayudarte a que observes mejor. En el Florencio Sola hay una estatua del gran Sánchez y no me refiero a Sandro que llevaba tu apellido y también quedó inmortalizado en las paredes del barrio. Correte un poquito, Garrafa. Gambetea esos angelitos y clavá la mirada contra el córner en Gerli que te vas a encontrar con un sector de la vieja tribuna de madera que te recuerda eternamente.
Y de Lafe no te vamos a decir nada porque seguís estando ahí. En tu lugar. Donde te fuiste sabiendo que siempre ibas a volver. El sitio que vio tu riqueza más humilde. Esa que te hizo regalarle un par de zapatillas a quien no tenía sin importarte que, un rato antes, te las había obsequiado un tal Javier Adelmar Zanetti. El mismo Rodney y Magnasco al que llenaste de botines en tu regreso con jóvenes 31 años.Querido «Garrafa» Sánchez, te fuiste hace exactamente 13 años. Te extraño más que nunca y no sé que hacer. Y con vos se fue el potrero, la alegría, el 10 desfachatado. Aún lagrimea la pelota. Todavía te llora el fútbol entero. Era tan diferente cuando estabas tu. Sé que era diferente cuando estabas tu.