Fue el último Mundial para los Bohemios hasta la división del país a principios de esa década. Clasificados en segundo lugar del grupo 7 de la UEFA, detrás de Bélgica, los hombres de Jozef Venglos salían casi de memoria al campo de juego. Sin embargo, uno de los que apareció en el álbum de figuritas no formó parte de Italia 90.
Los coleccionistas de dichas cromos veían como en Argentina estaban Luis Islas, Jorge Valdano y Néstor Clausen quienes finalmente no fueron convocados por Carlos Salvador Bilardo. En Checoslovaquia sucedió prácticamente lo mismo pero con un zaguero que no vestía la camiseta nacional desde 1989.
El terror de los relatores de habla hispana, para fortuna de los periodistas, jamás apareció en la lista de buena fe del combinado Bohemio. Su apellido no tenía vocales y eran tres consonantes: Vlk. Su nombre de pila era Lubomír, era zurdo, y llegó a jugar en el Porto después del Mundial en el cual no lo tuvieron en cuenta.
Por más que su posición era defensiva, el lateral izquierdo del elenco europeo, parecía ser número puesto para los veintidós citados por Venglos. Quien después fue DT del Aston Villa de Inglaterra, el Fenerbace de Turquía y el Celtic de Escocia, barabaja una nómina de veinticinco profesionles y debía borrar a tres.
Vlk había jugado en eliminatorias justamente contra Bélgica y, en 1989, había anotado un gol en un amistoso donde Checoslovaquia derrotó por 2 a 0 a la difícil Rumania de aquél entonces. Todo indicaba, y más para quienes armaron el álbum, que el defensor tenía un cupo asegurado pero nada de ello sucedió y en pleno año del Mundial siquiera participó de los partidos de prueba. He aquí el que fue en el cromo pero no en persona.