Hay marcas que perduran con el paso de los años y, una de ellas, la posee al guardameta de la Azzurra en Italia 90. Walter Zenga le arrebató la racha de mayor tiempo sin recibir goles al alemán Sepp Maier y, hace exactamente tres décadas sigue ostentando ser el guardameta que mantuvo un invicto de 517 minutos en una Copa del Mundo.
Factores para conservar durante semejante brecha su retaguardia en cero existieron en demasía. Aquél Mundial fue el de menor promedio de gol de la historia incluyendo las veinte competencias restantes. También, por esas épocas, existía el pase al arquero teniendo este último la posibilidad de tomar la pelota con las manos sin que le cobrasen tiro libre dentro del área. El riesgo era notablemente inferior al fútbol actual.
Se le podrá machacar también que era local, que superó un escollo como Austria en el arranque pero después se midió contra la débil Estados Unidos. Que pasó a Checoslovaquia pero después le tocó medirse con un Uruguay que venía de capa caída. Otros, más estudiosos de aquella Copa del Mundo, argumentarán que en cuartos de final jugaron contra la ultra-defensiva escuadra de Irlanda y que finalmente apareció ese cabezazo de Claudio Caniggia para Argentina que terminó con el invicto.
Hasta Italia 90, el récord de valla invicta era un asunto que Zenga pudo cortar. Le pertenecía a Josef Dieter Maier. El «Gato» estuvo 474 minutos sin recibir goles durante el Mundial de Alemania en 1974. No obstante, el brasileño Leao merodeó el hecho de arrebatarle la marca en Argentina 1978 pero el gol del polaco Lato, en Mendoza, lo dejó al borde de la orilla.
Nacido en Milán, un 28 de abril de 1960, era titular en el Inter y, por eso, Azeglio Vicini lo tenía por encima de sus otros dos guardametas como Gianluca Pagliuca de la Sampdoria y Stefano Tacconi de la Juventus. Lo que ni el propio entrenador soñó era que su portero fetiche lograría una marca que ni siquiera en Mundiales siguientes pudieron cortar Gianlugi Buffón con la misma camiseta o Sergio Romero defendiendo la cueva Albiceleste.
Aquél cabezazo de Caniggia significó un dolor mucho más grande aún para Zenga. No sólo el «Pájaro» le ponía fin a su récord de 517 minutos sin recibir tantos sino que además forzaba al alargue, y posterior tanda de penales, a unas semifinales que eliminarían al dueño de casa del sueño mundialista. No obstante, tres décadas más tarde, y a pesar que la herida no haya cerrado jamás para el pueblo tano, el gran Walter aún conserva algo hermoso de aquél Italia 90.