La Gran Culebra celebró por partida doble, o tal vez triple. En un partido sumamente cambiante, y cuando parecía tenerlo perdido en el Giuseppe Meazza, los hombres de Antonio Conte doblegaron al Viola de Giuseppe Iachini por 4 a 3. De esta manera, el Nerazzurri debutó en la temporada 2020/21 de la Serie A con un triunfazo, bajó a uno de los que lideraba, y encima se quedó con Lautaro Martínez que fue una de las figuras de la contienda.
Fiorentina jugó un partidazo en Lombardía pero no le alcanzó siquiera para llevarse algo para la Toscana. Hubiese merecido, incluso hasta el más fanático con corazón púrpura podría afirmar que debía cantar victoria, pero al Inter de Milan no se lo podía dejar con vida y así fue que, en la ráfaga, cerca del final, el dueño de casa acabó festejando en la noche del sábado.
El Viola arrancó ganando desde temprano y sorprendiendo a su contrincante. A los 2 minutos, Cristian Biraghi mandó un centro que sorprendió a la defensa Nerazzurri. Giácomo Bonaventura le ganó la posición a Aleksandr Kolarov, y descargó para Christian Kouamé. El africano, mejor perfilado, no dudó e infló las redes con un remate en el área chica.
Inter seguís de receso, de pretemporada, de vacaciones. No lastimaba y hasta le daba oportunidades a una Fiorentina comandada por otra de las grandes figuras de la noche, Franck Ribéry. El francés, pasado el cuarto de hora, le puso una pelota maravillosa a Kouamé que no pudo controlarla, llegó exigido, y terminó arribando antes al esférico el guardameta, Samir Handanovic.
Después que el VAR le anule un penal al dueño de casa de manera sumamente correcta, la visita continuó con su libreto de protagonista. Un cabezazo de Nikola Milenkovic se fue apenas por arriba del travesaño y ya, a esa altura, los de Iachini merecían los tres puntos que se estaban llevando para Florencia hasta que, los locales, se encendieron sobre el cierre de la etapa inicial.
A los 43 minutos, asustó por primera vez La Gran Culebra. Ivan Perisic mandó por encima del larguero un buen centro del inglés, Ashley Young. No obstante, el Nerazzurri no se quedó con esa amenaza, y en la última del capítulo inicial, apareció su estrella. Nicolo Barella encabezó una contra, descargó para Lautaro Martínez, y el ex Racing, desde la medialuna, la guardó contra el palo izquierdo de Bartlomej Dragowiski para estampar el 1 a 1 con el que se fueron a los camarines a descansar un rato.
Si el primer tiempo fue entretenido, la complementaria tuvo todos los condimentos. Cuando todo comenzaba, Inter torció la historia gracias a una buena corrida del «Toro» que le ganó la marca a Sofyan Amrabat, sacó un remate mordido, y Federico Ceccherini lo ayudó metiéndola en contra de su propia cueva. Parecía que las cosas se acomodaban para los de Conte, pero Fiorentina demostró tener condiciones para plantarse ante cualquier rival y en escenarios adversos.
Ribéry se puso la capa, se vistió de héroe, y lustró la chapa de toda su trayectoria. A los 11 minutos, el ex Bayern Múnich hizo todo bien, llevó la bocha contra la retaguardia rival, la aguantó, y en caunto sintió que Castrovilli entraba como una tromba descargó para el mediocampista tano que se adueñó del esférico, remató cruzado y puso el 2 a 2 en el Giuseppe Meazza. Al rato, el francés volvió a dibujar una maravilla con un pase filtrado de casi 30 metros para Federico Chiesa que picó al vacío por detrás de todos y definió con clase ante la estéril salida de Handanovic. Ahora eran los de Florencia quienes daban vuelta el tanteador en un verdadero partizado.
Golpeados en el alma, los jugadores del Inter tomaron la lanza y fueron a buscar el empate. Perisic se lo sirvió a Romelu Lukaku pero, el lungo atacante, la mandó afuera en la puerta del área chica. Acto seguido fue Martínez quien exigió a Dragowski que, volcándose hacia el césped, controló el disparo. Y, en otra ráfaga, el belga contó con una situación inmejorable después de mover con el cuerpo a Ceccherini pero fallar frente a los tres palos. Fiorentina, que también se salvaba gracias a la respuesta del golero polaco ante el bombazo de Barella, tuvo la gran oportunidad para liquidar el pleito cuando, a 10 del final, Ribéry hizo su última obra de arte y le sirvió en bandeja el cuarto tanto a Dusan Vlahovic que, inexplicablemente, falló sin marcas y con más posibilidades de meterla que de pifiarle.
Lo cambiante del encuentro hizo que la visita no pudiese aguantar el triunfo. Conte acertó con el ingreso de Alexis Sánchez y el chileno fue clave en la remontada. Primero porque participó en la jugada para que Achraf Hakimi le ponga un centro perfecto a Lukaku que sólo tuvo que empujarla para empardar el tanteador. Y, después, a los 43 minutos, el ex River Plate se encargó de asistir a Danilo D´Ambrossio que, por detrás de todos, cabeceó hacia la red para dejar sin nada a un Viola que mereció llevarse algo para su domicilio.
Fiorentina, que en el debut había derrotado al Torino, tuvo oportunidades y herramientas como para seguir en la cima con puntaje ideal. Tal vez no mereció perder aunque perdonarle la vida al poderoso Nerazzurri le costó carísimo. Y el Inter, que lo perdía, lo ganaba, volvía a estar abajo y disfrutó de no ceder al «Toro» Martínez, consiguió la victoria por 4 a 3 que le permitió debutar en la temporada ilusionándose con pelear arriba de todo hasta las últimas consecuencias.