En la segunda división de España ocurrió algo insólito: un futbolista del Racing de Santander, Íñigo Sainz-Maza, advirtió que un fanático estaba sufriendo un paro cardíaco en la tribuna y decidió hablar con el cuarto árbitro para detener el juego. Sin embargo, el juez principal, González Estaban, decidió expulsar al jugador por interrumpir las acciones del encuentro.
El cotejo estaba terminando y una triste noticia sacudió al Sardinero: un hincha de 58 años de edad sufrió dos paros cardíacos. El banco de suplentes del Racing se dio cuenta y el médico del club reaccionó rápidamente dirigiéndose hacia el sector del hecho. Por suerte, se lo reanimó, se lo trasladó al hospital y ahora está fuera de peligro.
Pero Sainz-Maza se ganó una increíble tarjeta roja por avisar al cuarto árbitro lo que estaba sucediendo. No era una locura parar el encuentro hasta que se atendiera al aficionado que estaba sufriendo un grave problema médico. Pero el juez principal tomó esa reacción con una falta de respeto y lo expulsó.
El Racing de Santander va a recurrir esa tarjeta roja teniendo en cuenta que, durante toda la temporada, sí se ha detenido el juego en similares ocasiones.
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