La tecnología sólo se implementó en la Liga Profesional de Argentina mientras que, en las categorías menores, se juega sin pantalla como fue desde que se inventó el fútbol. Sin embargo, en el encuentro que Comunicaciones y Los Andes empataron 1 a 1 sucedió un hecho tan desopilante como cuestionable.
El encuentro ya estaba igualado y tanto el Cartero como el Milrayitas tenían mucho más en juego que tres puntos. Para los de Agronomía, la victoria los acercaba a la cima con el sueño de conseguir un histórico lugar en la segunda división. Para los de Lomas de Zamora, una derrota complicaba el deseo de permanencia en la B Metropolitana.
Se terminaba el partido en el Alfredo Ramos cuando el dueño de casa dispuso de una pelota parada que viajó rumbo al segundo palo. El defensor, Nicolás Digiano, claramente, tocó la pelota con la mano arruinándole el cabezazo con destino de red a Sergio Sosa.
Era, de no fallar en el frentazo, el 2 a 1 para Comunicaciones. El referí, Mariano Negrete, sancionó el penal apoyado por sus líneas Martín Vaccaro y Maximiliano Benzoni. Sin embargo, cuando el jugador se alistaba para disparar desde los once metros, el cuárto árbitro llamó a su colega.
Para Sebastián Bresba, que estaba a 50 metros de la jugada, hubo infracción del delantero del Cartero sobre el defensor del Milrayitas. Por eso mismo, Negrete corrió nuevamente a la jugada y anuló el penal que había marcado con total seguridad.
La cuaterna arbitral se retiró de Agronomía después de un largo rato y escoltada por varios efectivos policiales. El encuentro terminó empatado 1 a 1 y la polémica se instaló desde aquél entonces. Comunicaciones no logró arrimarse a la cima y Los Andes tampoco pudo salir del fondo de la tabla general.
El árbitro nunca marcó el punto del penal cuando dio el pitazo. El asistente fue el único que corrió rápido a la línea final y al costado del área grande. ¿Qué fue antes: infracción o mano? Por una segunda opinión, Bresba también creyó que hubo infracción previa. Fin (?)