Independiente volvió a vencer a Racing en el Libertadores de América por 3 a 0, en esta ocasión el Rojo fue ampliamente superior y dominó a la Academia los 90 minutos. Con este resultado, la racha se vuelve a estirar a 23 partidos y se marca que hace 41 años que los visitantes no pueden quedar arriba en el historial.
En la primera parte del cotejo, los equipos no se lastimaban, se medían pero minuto a minuto, el Rey de Copas fue el que comenzó a tomar la iniciativa. La dupla de mediocampistas, conformada por Jesus Mendez y Jorge Ortiz, fueron los pilares de la dominación del Rojo que probó dos veces al arco en esta primera etapa. Primero «el marciano» y luego Martín Benitez, aunque los dos no tuvieron éxito. Finalmente, los dirigidos por Mauricio Pellegrino lograron ponerse en ventaja cuando Benitez, luego una gran jugada, digna de papi futbol, empujara la pelota que le había pasado Gustavo Toledo para abrir el marcador. Posteriormente, a Acuña lo sobrepasó la situación y en pocos minutos abandonó la cancha luego de darle un codazo a Jesus Mendez.
Para el complemento, el Rojo bajó la intensidad y estuvo un gran tramo de la segunda parte como adormecido. En ese momento, Pellegrino dio con los cambios justos y puso a Juan Martín Lucero y Matías Pisano que le devolvieron la velocidad y adrenalina que necesitaba el Rojo para sentenciar el partido.
Mendez, además de ser uno de los mejores jugadores del partido, hizo emocionar a todo el Libertadores de América cuando metió su gol de tiro libre y se largó a llorar por dedicárselo a su hermano que se había suicidado. Después todo se convirtió en alegría con Diego Vera liquidó el cotejo de palomita.
Finalmente, la historia se repite otra vez e Independiente volvió a ganarle a Racing, llegando peor, con un presente no muy bueno pero con los mismos resultados desde que se hizo este estadio, nunca fue derrotado. Avellaneda sigue siendo del Rojo.