Huracán hizo los deberes y le ganó a Caracas FC por la mínima diferencia en el Tomás Adolfo Ducó. Quizás el resultado tiene un sabor a poco por contar con las situaciones y no aprovechar la roja a Mea Vitali. La victoria sirve para viajar con una cierta tranquilidad al norte del Continente. Mariano González le dio el gol del triunfo para tener media serie adentro. Ahora falta lo más complicado: el viaje a Venezuela y la defensa de distancia lograda en casa.
El trabajo sucio lo realizó el Globo de Eduardo Domínguez que rápidamente mandó a su rival a defenderse en su campo. Las llegadas fueron casi todas del dueño de casa que encontró los caminos para lastimar a los Rojos aunque Wuilker Fariñez se encargó de amargar los intentos de un disparo de Espinoza y un testazo de Mancinelli sumado a algunos desaciertos al arco como un cabezazo y un remate al palo de Montenegro. La visita no inquietó a Marcos Díaz, tuvo un escaso porcentaje de tenencia de balón y sufrió la expulsión de Mea Vitali por una dura patada.
A la suerte hay que ayudarla y Huracán lo logró con las ganas de llevarse el triunfo. Mariano González se paró en el área chica y corrigió un remate fallido de Espinoza para hacer saltar a los hinchas del Quemero. Un gol fundamental que le da la mínima ventaja al Globo con la expectativa positiva de cara a la vuelta en Venezuela. El visitante sólo llegó una vez al arco de Díaz con un centro que pegó en el ángulo del arco. El resultado pudo ser mayor para el local aunque nuevamente Fariñez se transformó el verdugo y salvó su valla de una marcador irreversible.
El Globo sacó una luz de distancia. Puede ser poco un sólo gol pero peor es nada. Huracán jugó un buen partido y realizó todo lo posible para obtener una diferencia mayor pero no resultó por el arquero venezolano y las fallas en algunas ocasiones. Los dirigidos por Eduardo Domínguez hicieron lo suyo para trasladarse a Venezuela con cierta paz. Lo justo y necesario.