Posiblemente fue el peor encuentro de los Magiares Mágicos de los seis que afrontó en este certamen y, aún así, gestó situaciones para conseguir el objetivo. La Azzurra aprovechó las ocasiones, ganó 2 a 0 en la noche de Budapest y se metió en las semifinales de la UEFA Nations League.
Italia dominó desde el vamos sabiendo que el empate de nada le serviría. De hecho, a los 4 minutos, Bryan Cristante mandó un centro que no revestía peligro y que Péter Gulácsi no pudo atenazar como quería. La pelota se le escapó al arquero de Hungría hasta que Attila Szalai despejó en la línea.
El nerviosismo local le permitió a la Azzurra tomar la iniciativa. Giovanni Di Lorenzo conectó de cabezaza una pelota parada y vio como su intento se iba besando el palo izquierdo del dueño de casa. A todo esto, los Magiares Mágicos no reaccionaban y firmaban el empate a puro aguante.
El gol de Italia llegó a los 26 minutos. Ádám Lang tocó para Gulácsi, el arquero de Hungría abrió para Attila Szalai y este para Ádám Nagy que perdió la pelota en la salida de Hungría. El pressing del juvenil Degnand Wilfried Gnonto decantó en una pelota que quedó boyando y que, Raspadori, capitalizó para definir con el arco a su merced.
A la media hora, la visita estuvo cerca de ampliar la ventaja en una jugada donde Di Lorenzo le quebró la cintura a Milos Kerkez. El disparo del defensor se fue realmente cerca. Y recién ahí reaccionó el dueño de casa que se arrimó al empate con una arremetida de Attila Szalai y un zapatazo rasante de Dominik Szoboszlai.
El infortunio de Hungría, más allá de no haber hecho los deberes como en los cinco partidos anteriores, se vio en el arranque de la complementaria. Los de Marco Rossi tuvieron una chance inmejorable que terminó en una triple salvada de Gianluigi Donnaruma a los tiros de Loic Nego, Callum Styles, y Ádám Szalai.
De esa salvada milagrosa, Italia no sólo respiró aliviada sino que en la jugada siguiente encontró el gol de la tranquilidad gracias a un maravilloso pase entrelíneas de Nicolò Barrella para que Cristante envíe el centro rasante y, por detrás de todos, aparezca Federico Dimarco a inflar las redes.
Los Magiares Mágicos no aminoraron la marcha, quería aprovechar el reloj que todavía podía darles algo de vida en su ilusión de llegar a semifinales. No obstante, Donnarumma le tapó un cabezazo a quemarropa y luego un zapatazo a Styles que ingresó muy bien en el conjunto local.
Hungría, de gran temporada tuvo una pesadilla doble que no le permitió cumplir los dulces sueños de las semifinales. Esa misma se llamó Italia que no sólo le ganó como local sino que también viajó hasta Budapest para arruinarle la fiesta. Y la Azzurra, con el 2 a 0, se metió en el Final Four de la UEFA Nations League.
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