La Naranja Mecánica tuvo que trabajar más de la cuenta para derrotar al Ejército Verdiblanco en un apretadísimo grupo C por las eliminatorias para la Eurocopa 2020. El dueño de casa impuso en Róterdam por 3 a 1 para igualar la línea de sus rivales de turno y también de la poderosa Alemania que ayer tuvo un amistoso contra Argentina en Dortmund.
Holanda tuvo posesión, juego, ritmo pero careció de claridad y de ideas. El primer tiempo fue aburridísimo en la cancha del Feyenoord porque Irlanda del Norte salió a replegarse y apostar al empate que le servía de muchísimo a los dirigidos por Michael O´Neill. Y, con ese esquema bien planteado en la verde gramilla, los hombres de Ronald Koeman no supieron como romper líneas para irse al descanso igualados en cero.
En la segunda mitad, el dueño de casa no quiso que el reloj le jugara una mala pasada pero no pudo contra las agujas que giraban velozmente en la portuaria ciudad de los Países Bajos. A los 8 minutos de la complementaria, George Saville llegó justo a cortar cuando Denzel Dumfries entraba como una locomotora para abrir la cuenta.
Holanda volvió a acercarse con algo de peligro a los 23 minutos del capítulo final en una linda asistencia de Memphis Depay para Steven Bergwijn que mató la empalada de su compañero pero sin ángulo no pudo batir la resistencia de Bailey Peacock-Farrell. Irlanda del Norte hacía negocio lejos de su patria y, como si el punto fuese poco premio, se encontró con un gol que fue un baldazo de agua fría para los de Koeman.
Poco antes de cumplirse la media hora del segundo tiempo, Shane Ferguson envió un centro que no revestía peligro alguno como los escuetos avances que tuvo la visita en todo el cotejo. Sin embargo, Matthijs de Ligt le pifió al rechazo y le volvió a servir la redonda al equipo de O´Neill. Allí, se adueñó del esférico Stuart Dallas que volvió a lanzar un envío aéreo para que Josh Magennis de cabeza, en el corazón del área chica, no perdonase a Jasper Cillessen.
El Ejército Verdiblanco daba la nota en Róterdam y no sólo celebraban ellos sino también Alemania. Sin embargo la desazón y la incertidumbre duró poco para La Naranja Mecánica que se enojó, lustró su bronce y sacó a relucir todo su fútbol con una ofensiva devastadora. A diez del final, Donyell Malen asistió a Depay que, en una baldosa y en fracción de segundos, logró acomodarse y emparejar el asunto.
El 1 a 1 volvía todo a foja cero. Seguía siendo un buen score para la visita pero claramente el local era un león herido que no estaba a gusto con esa mojada de oreja que sufrieron con el gol de Magennis. No obstante, las dos líneas defensivas bien cerradas del equipo de O´Neill le cortaban los circuitos al elenco de Koeman que en tiempo de descuento se encontró con el merecido premio por haber sido el único que propuso en la noche europea.
A los 46, Bergwijn mandó un centro que parecía perderse por línea de fondo. Luuk De Jong pudo evitar que se vaya de los límites pero su intento daba indicios que el hombre del Sevilla sería quien la mandase afuera. La redonda cobró en elevación y cayó rozando el travesaño pero dentro de la verde gramilla. Así, el volante ofensivo, solo tuvo que empujarla ante la atónita mirada y la inexplicable falta de respuesta que mostraron Ferguson y Jonathan Evans. El 2 a 1 le daba paz al dueño de casa que, más suelto, logró estirar la diferencia 120 segundos más tarde cuando Depay definió contra el palo más lejano de Peacock-Farrell para poner cifras definitivas.
Irlanda del Norte hizo su negocio durante 80 minutos y le estaba saliendo redondísimo en Róterdam. Holanda «De Jong» los goles para el final, festejó el 3 a 1, y trepó a lo más alto de la tabla de posiciones del grupo C donde comparte la cima justamente con el último rival que tuvo y con una Alemania que el domingo volverá a la actividad de las eliminatorias cuando sea visitante de Estonia en Talín.