Estudiantes de Rio Cuarto vencía a Güemes por dos a cero en Santiago y aseguraba su clasificación tras imponerse por mismo resultado en la ida, sin embargo la violencia se hizo presente en el Arturo Miranda y el cotejo no se pudo terminar entre invasiones de campo y bombas de estruendo. Otra página lamentable de esta Copa Argentina.
Triste y oscura noche se vivió ayer en el Estadio Arturo “Jiya” Miranda de la Ciudad de Santiago del Estero. Lo que debía ser una fiesta deportiva terminó en escándalo, llora la pelota en una Copa Argentina que volvió a sufrir situaciones violentas en un partido de Fase Preliminar. El contexto prácticamente no importa a esta altura, mucho menos si sirve para intentar justificar lo injustificable, pero de todas formas es necesario a la hora de contar una lamentable historia.
El Club Atlético Güemes recibía en la Isla a la Asociación Atlética Estudiantes de Rio Cuarto por la Segunda Ronda de la Fase Preliminar Regional de Copa Argentina, que otorga cuatro plazas para el Cuadro Principal del torneo a cuatro equipos de los que disputaron el Federal B en el segundo semestre del 2016. Los Leones del Imperio se impusieron como local en la ida, consiguiendo un buen 2 a 0 que lo llevaba con importantes posibilidades al partido de vuelta. Por su parte El Gaucho la tenía complicada pero no imposible, teniendo en cuenta que de poder abrir el marcador ante su gente quedaría a tiro de empatar la serie.
Pero mientras hubo fútbol en la noche santiagueña fue Estudiantes quien marcó las condiciones del partido, incluso logró anotar un gol decisivo en apenas siete minutos cuando Maximiliano Comba se anotó a favor del León. Todo marchó viento en popa para la visita que prácticamente sentenciaba la serie en el minuto 29 con el tanto convertido por Bruno Sepúlveda, poniendo el 2 a 0 parcial y obligando al Gaucha a marcar 4 dianas.
Pero si habría lugar al milagro deportivo nunca lo sabremos, ya que a siete minutos del descanso un grupo de personas irrumpió en el campo de juego desde la tribuna local obligando la parcial suspensión. La policía ingresó y acompañó gentilmente a los invasores de vuelta a la popular, que deliraba en el tristemente célebre canto “Jugadores, c… de su madre…”.
Veinte más tarde se reanudó la primera mitad, pero en apenas nueve minutos de complemento una bomba de estruendo cayó dentro del field y esta vez fue la vencida para el árbitro santafesino Enzo Silvestre, quien ahora sí apeló a su buen juicio para decretar el temprano final del match.
Difícilmente le partido finalice alguna vez y la clasificación de Estudiantes ha quedado implícitamente consumada, una situación violenta que no debería manchar la buena serie que estaba realizando el León.
Una reflexión final, en los videos de quienes asistieron al estadio se escucha durante la invasión del terreno la conocida canción “Tantas veces fui preso y muchas veces lloré por vos”; es irónico que esta vez sea Güemes quien llora por algunos de estos inadaptados.