El Blanquirrojo escribió un nuevo capítulo a su pesadilla que comenzó el año pasado cuando peleó el descenso y logró recomponerse. En la presente temporada, los de Andalucía arrancaron con el pie izquierdo y ya sumaron su tercera derrota en fila. Este sábado los Blanquivermells se impusieron por 2 a 1 en el Sánchez-Pizjuán.
Sevilla se fue desarmando con el correr de los años y eso le terminó pasando factura. Más allá que ante Girona merecieron quedarse al menos con un punto en condición de local, el presente para los de José Luis Mendilibar encendió todo tipo de alarmas.
Los catalanes abrieron la cuenta al cuarto de hora cuando Djibril Sow despejó a medias un córner desde la izquierda. La redonda le quedó servida en zona candente a Yangel Herrera y el venezolano no perdonó a Marko Dmitrovic.
El empate del Blanquirrojo fue prácticamente una copia del 1 a 0. Ivan Rakitic levantó un tiro de esquina, los Blanquivermells rechazaron defectuosamente y Nemanja Gudelj infló las redes del argentino, Paulo Gazzaniga, que nada pudo hacer.
Si bien el empate era un resultado justo en la noche de Andalucía, los de Miguel Ángel Sánchez no se dieron por vencidos. A los 10 del segundo tiempo, Rakitic quiso reventar del fondo y se la dejó en los pies a Arnau Martínez. El defensor cedió para Aleix García y este metió un sablazo inatajable para Dmitrovic.
Sevilla, que ya había perdido en el debut con Betis y luego cayó ante Alavés, sumó la tercera derrota en fila y quedó en el fondo de la tabla de posiciones de La Liga. Quien se aprovechó de ellos fue Girona que ganó 2 a 1 y quedó, por ahora, como único escolta de Real Madrid en la elite española.
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