«Te va a pasar, no te asustés, si un terremoto sacude tus pies» suena en el Bosque cada vez que el Lobo tiene partido. La melodía pegadiza y el ritmo contagioso no hacen más que evocar a aquél tremendo golazo del uruguayo, José Perdomo, que definió un clásico platense, nada más y nada menos que en condición de visitante, y que cuyo festejó provocó un sismo de seis puntos en la escala de Richter.
Lo que un par de décadas más tarde logró el Barcelona frente al París Saint Germain, ya lo había conseguido Gimnasia y Esgrima La Plata en la ciudad de las diagonales. En un derby ante Estudiantes, jugado incluso en 1 y 57, la parcialidad del Tripero gritó desaforada el tanto del charrúa que definió el partido cuando iban 9 minutos de la segunda etapa. Ese día, el Basurero derrotó al León por la mínima diferencia pero la noticia también sacudió al globo terráqueo.
Varias cadenas mundiales de periodismo no podían creer lo que informaba el Observatorio Astronómico perteneciente a la Universidad de La Plata reportó un movimiento telúrico de 6 grados en la escala de Richter al momento que Perdomo hizo delirar a la gente del Lobo. El sonido del público visitante fue ensordecedor y las ondas alertaron a quienes estaban pendientes de esa tarea alejados un par de cuadras del recinto donde se disputaba el clásico.
Esa conquista quedó para siempre grabada como «El Gol del Terremoto» y entró en las páginas más gloriosas del fútbol argentino. Pasaron exactamente 28 años de ese balón ingresando en el arco del eterno Marcelo Yorno. Y ese Gimnasia, plagado de uruguayos como Guillermo Sanguinetti, Hugo Romeo Guerra y el DT, Gregorio Pérez, derrotaron a Estudiantes 1 a 0 con un tanto que movió la tierra.
Vermouth Deportivo conversó allá por 2018 con el autor de aquella conquista que quedará grabada en las retinas de todos los fanáticos del fútbol y ocupará una de las páginas más importantes del derby platense. El uruguayo Perdomo respondía al respecto.
Vermouth Deportivo: Se cumple otro aniversario de aquél gol que derivó en un terremoto en la Ciudad de La Plata por el griterío de la gente de Gimnasia, ¿qué recuerda de aquél tanto?
José Perdomo: En realidad, el mismo día del clásico, yo no me di cuenta. Para mí fue un gol fundamental, en un clásico pero al otro día me enteré lo del terremoto, que hubo un movimiento sísmico. Me enteré por intermedio de los periodistas. El gol lo recuerdo bien porque estábamos jugando el clásico, porque veníamos un poco mal en el tema resultados, y porque también a partir de ahí el equipo levantó anímicamente.
VD: ¿Qué mensaje le puede dejar a la gente de Gimnasia a más de dos décadas años del gol del terremoto en el clásico?
JP: Para mí es una alegría inmensa el poder estar en la historia de Gimnasia. Han jugado jugadores en otras épocas que capaz que hicieron más que yo para Gimnasia, para el club en sí. Pero a mí me tocó la suerte de convertir ese gol y que estuviese la hinchada misma. Porque yo siempre mismo digo que un gol no puede provocar un sismo, fue la hinchada la que provocó ese sismo. Así que quiero agradecerles por tenerme en la historia de Gimnasia y, como siempre, agradecerles que me tengan presentes en cada festejo. ¡Arriba, Gimnasia!
VD: ¿Sintió al menos que en ese momento la cancha se venía abajo por más que Gimnasia haya sido visitante?
JP: Sí, la verdad que sí. El estadio estaba a full, todo completo. Pero pasa que en determinado momento uno le presta más atención al juego y no tanto a las tribunas. Sí, cuando salimos a la cancha, vimos que era un estadio chico pero estaba repleto, fue impresionante. Yo siempre digo que cómo se vive el fútbol en Argentina, no se vive en otros lados.
VD: ¿Qué siente que en la cancha de Gimnasia haya dos canciones en los cuáles se recuerde el tema del terremoto?
JP: Me han mandado algún audio con la canción. También me hicieron entrega de un cuadro con la camiseta de Gimnasia y ahí la hinchada cantó esa canción. Para mí es un halago pero creo que estoy más contento porque pude disfrutar con figuras que después fueron figuras en Gimnasia y en su carrera deportiva como es el caso de los «Mellizos» Barros Schelotto.