El Verdolaga fue una máquina. Una locomotora digna de un tren de carga, de esas que aparentan ser difíciles de detener por su potencia descomunal. En Caballito, el conjunto de Jorge Cordon le hizo precio al Gallo goleándolo por 5 a 1 para ilusionarse, porqué no, con un lugar en el Reducido para luchar por el segundo ascenso a Primera División.
Jugando así, Ferro puede imaginarse un regreso de Primera. Ordenado en todas sus líneas, golpeando desde el vamos, el elenco porteño mostró un brillo que hace rato no se veía por el Arquitecto Ricardo Etcheverri. Deportivo Morón, no sólo con la vista de reojo en los promedios, sufrió un golpe durísimo previo al clásico del domingo próximo frente a Nueva Chicago.
La goleada pudo analizarse a través de dos afirmaciones. Los locales jugaron muy bien y la visita mostró falencias defensivas más que alarmantes. Al minuto de juego, Renzo Tesuri recibió un pase entrelíneas y definió cara a cara con Bruno Galván para estampar el 1 a 0 en Caballito.
El baile continuó rápidamente. A los 5 le cometieron un penal a Tesuri que se encargó de ejectuar Gabriel Díaz sin fortuna. Diego Ceballos instáneamente expulsó al entrenador del Gallo por protestas. Era todo de Ferro que buscaba el segundo incesantemente. Pero el arquero del Deportivo Morón actuó de maravillas para taparle con el cuerpo un remate a Nicolás Gómez y luego para desviar al córner lo que pudo haber sido un gol en contra de Emiliano Mayola.
La visita reaccionó promediando la etapa inicial y allí se vio la mejor faceta del conjunto del oeste. Estuvo cerca de la igualdad Luciano Lapetina cuando, sin ángulo, le sacó astillas al travesaño. Y finalmente la consiguió cuando iban 37 minutos gracias a un magistral tiro libre ejecutado por Nicolás Ramírez. Sin dudas, ese fue el peor momento del dueño de casa en la contienda ya que con el 1 a 1 en la chapa, el Gallo estuvo cerca del segundo tras una gran corrida mano a mano que Andrés Bailo le ganó a Fabricio Alvarenga.
El partidazo en Caballito se fue al descanso y volvió con todo a la segunda mitad. Ferro volvió a ser esa escuadra arrolladora del inicio. Y el segundo tanto de la tarde para los locales empezó a merodear desde temprano con un cabezazo de Cristian Bordacahar y a través de un tiro libre de Walter Busse que también salió muy cerca. A todo esto, Deportivo Morón sólo aguantaba y ofrecía ventajas infantiles en la última línea.
Al cuarto de hora de la complementaria, los dirigidos por Cordon cambiaron la historia para siempre. La visita perdió una pelota en campo propio, Tesuri descargó para Enzo Díaz y el otrora UAI Urquiza le rompió el arco a Galván para anotar el 2 a 1. Y, claramente, hubo tiempo para más.
Iban 27 de la segunda parte cuando Bordacahar desbordó por izquierda, descargó hacia atrás, y Tesuri la acomodó contra el palo más lejano para clavar el 3 a 1. Ciento veinte segundos después, la máquina verde no se detuvo ni aunque le hicieran señas los banderilleros. Enésimo horror defensivo del conjunto del oeste bonaerense para que, post excelsa jugada colectiva, Díaz defina mano a mano y empeice a decorar la goleada.
Pero aún faltaba en el Arquitecto Ricardo Etcheverri. El show era incompleto. Al Verdolaga le anularon un gol y también Valentín Perales se la sacó en la línea al «Chapu» Bordacahar. El Gallo, nocáut, vio como en tiempo extra se inflaba finalmente otra vez la red de su arco. A los 45, Busse le metió un gran pase en profunidad a Bruno Barranco quien eludió a Galván y definió con clase para colocar cifras definitivas en el corazón de la Capital Federal.
Alarmante derrota del Deportivo Morón que deberá cambiar su imagen el domingo, frente a su gente, y nada menos que en el clásico contra Nueva Chicago. Ferro goleó 5 a 1 en una tarde que fue redonda. Todo se tiñó de verde y no era menos en el día de San Patricio donde brillaron un tal Renzo, y un tal Enzo.