FERRO: 111 AÑOS DE PASIÓN

Un día como hoy, pero de 1904, nacía el club Ferro Carril Oeste. A sus 111 años de vida, pasa por uno de sus mejores momentos en mucho tiempo, a nivel institucional, e intentando levantar en lo futbolístico. Sin embargo, aún queda un sueño por cumplir: el retorno a la Primera División del fútbol argentino.

El 28 de julio de 1904, 95 empleados del Ferro Carril del Oeste fundaron un club. Sin embargo nunca se imaginaron que esa institución iba a continuar, y se iba a convertir en una de las más importante en la historia del fútbol. Su primer nombre fue Club Atlético Ferro Carril del Oeste de Buenos Aires, pero en los años 30, se decidió cambiarlo por el actual: Club Ferro Carril Oeste.

Aunque suene raro, la primera camiseta fue blanca, con una banda roja que atravesaba de izquierda a derecha, parecida a la de River. Pero ese modelo no terminó de convencer, y en 1907 se adoptó una camiseta borravino con mangas celestes (una camiseta que hace 15 años, se utilizó nuevamente como alternativa.). Este modelo puede parecer extraño, pero se decidió adoptar la camiseta de un conjunto inglés, luego de un partido con ellos; en este caso, la de Aston Villa. Pero esos colores fueron modificados por los malos resultados. Finalmente, en 1912 se tomó el color verde por la gran cantidad de árboles que existían en la zona de Caballito, y en esa temporada, el Verdolaga ascendió a primera y se optó por dejar esa camiseta, y esos colores, como los definitivos.

En 1905, se levantó el actual estadio. Se le colocó almabrados y baños, lo que era una novedad; y Alumni fue quién se fijó en él, y comenzó a hacer de local en esa cancha. En ella, ganó los títulos de 1908, 1909 y 19010. En 1955 le pusieron el nombre actual: Arquitecto Ricardo Etcheverri. En la década del 70, se hizo una gran remodelación, dónde se construyó una platea de cemento techada, y debajo de ella, el Gimnasio Héctor Etchard para la práctica de otros deportes históricos del club, como el básquet. Hace unos pocos años, se procedió a demoler la vieja popular visitante, para dar lugar a una nueva de cemento. Pero se demoró más de la cuenta y después de 3 años, se pudo habilitar, y hoy funciona como la popular local. Actualmente, el estadio Etcheverri es el más antiguo de Capital Federal, y es conocido como el «Templo de madera».

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Sin lugar a dudas, la época de los 80s fue la década de oro del Verdolaga. En 1981, de la mano de Timoteo Griguol, fue dos veces subcampeón: en el Nacional, fue segundo de River; mientras que en el Metopolitano, fue segundo a tan sólo 1 punto de Boca, que contó con un jóven Diego Armando Maradona. Pero al año siguiente, llegaría la primera alegría. Con nombres como Héctor Cúper, «Cacho» Saccardi, Oscar Garré. En la final del Torneo Nacional, derrotó a Quilmes por 2 a 0, para coronarse por primera vez, campeón del torneo argentino.

En 1984, Ferro continuaba en su esplendor tanto en lo institucional, como en lo deportivo. Y en ese año, Oeste se volvió a coronar como el mejor equipo del Torneo Nacional. Derrotó en el primer partido de la final a River, en el Monumental, por 3 a 0, y en la vuelta en Caballito, venció por 1 a 0. En el Metropolitano, El Verde siguió mostrando su buen juego y consiguió otro subcampeonato (el título quedó para Argentinos Juniors).

De ahí en más, lo que vino no fue para nada positivo. En los ’90, Ferro empezó a manejar mal su dinero, y esto se vio reflejado en lo futbolístico, dónde de a poco dejó de pelear los campeonatos y se empezó a ubicar de mitad de tabla hacia abajo. Además, se veía cada vez más comprometida su permanencia en la máxima categoría, ya que se salvaba en las últimas fechas de los torneos.

En el primer torneo del 2000, Ferro descendería a la Primera B Nacional con un equipo repleto de jugadores juveniles del club, entre los que se destacaba Luís Salmerón. Muchos pensaban que el club iba a volver a la temporada siguiente, sin embargo, para sorpresa de todos, sufrió su segundo descenso consecutivo, y cayó a la Primera B Metropolitana. En 2003, el club fue gerenciado, pero esto le dio una cierta estabilidad al equipo de Caballito, y logró subir a la B Nacional.

Foto: ferrocarriloeste.com.ar
Foto: ferrocarriloeste.com.ar

A partir de ahí, Ferro lucha cada campeonato en su afán por volver a la primera división del fútbol argentino. Un lugar que abandonó hace 15 años, pero donde dejó una marca imborrable en la década de 1980. Sin embargo, hoy vive un momento de inmensa felicidad: los socios volvieron a recuperar el club, pudieron elegir su presidente; la institución, de a poco, vuelve a sanar económicamente, y toda la gente, sueña con el ascenso a fin de año.