Santamarina ganó por 2 a 0 sobre Ferro y se metió en la final del reducido por el ascenso a Primera División. Los goles los marcaron Fernando Telechea, de penal, y Fabián Coronel. A pesar de la derrota, el Verdolaga se fue aplaudido y ovacionado por toda la cancha, que reconoció el buen torneo que hizo. El rival de los de Tandil, en los partidos decisivos, será Patronato.
Mucha gente se acercó al estadio para ver lo que podía ser la posibilidad más cerca que tuvo Ferro en 15 años de volver a primera. Hasta Timoteo Griguol, el técnico más importante de la institución, fue a ver el partido. Y como era de esperar, fue ovacionado por toda la cancha.
En el primer tiempo, se vio un Aurinegro muy agresivo, que fue en busca del gol desde el minuto 0. Desde los pies de Mariano González, y la habilidad de Arnaldo González llegaban las mejores situaciones. Aunque no pasaban de tiros de larga distancia que eran controlados por Christian Limousín. El Verdolaga, a penas era el que venía mostrando los últimos partidos. Era dominado, no era claro, y encima Luís Salmerón y Víctor Gómez quedaban bastante lejos de la pelota.
Pero a los 28, un error de Reinado Alderete, que levantó la pierna más de lo debido dentro del área, terminó impactando en el cuerpo de Facundo Curuchet, y el árbitro Ariel Penel sancionó la pena máxima. Telechea, el goleador del equipo, se hizo cargo, y con un remate fortísimo venció a Limousín, que adivinó, pero no pudo contenerlo para evitar el 1 a 0. Pero el gol pareció hacer reaccionar a los dirigidos por Marcelo Broggi, y de a poco empezó a llevar peligro al arco de Leandro Requena. A los 40, Julio Mozzo apareció por sorpresa, pero desperdició una ocasión increíble, donde el arquero estaba vencido, pero le pegó tan mal que salió desviado. 4 minutos más tarde, Gómez fue derribado en el área y sí, Ferro tenía una chance inmejorable para empatarlo. Frontini iba a hacerse cargo, pero Salmerón se lo pidió, y el 9 fue quien lo pateó. Pero justo el Pupi, el máximo ídolo desde hace varios años de la institución, agarró la pelota muy abajo, y se terminó yendo por arriba del travesaño.
En el complemento, se vio un Ferro desconcertado, que tenía la pelota, pero que no sabía que hacer con ella. Sin lugar a dudas, el penal errado influyó mucho. A pesar de que Broggi movió el banco, no pudo obtener los frutos esperado. Un cabezazo de Gómez, que se fue por arriba, y un disparo de Ezequiel Pérez que también salió por arriba del larguero. Los minutos se consumían, y Santamarina estaba avanzando a la final del reducido. Pero a los 45, Coronel, que había ingresado minutos antes por Curuchet, aprovechó una contra y líquido el encuentro.
De ahí en más, se vivió un muy lindo clima en Caballito. No habían ni reproches, ni insultos ni aliento. Fueron 90 segundos de aplausos y que se coronó con un grito de «Oeste, Oeste» para demostrarle a los jugadores el reconocimiento que se merecían. Es que a pesar de haber perdido, la gente no se olvidó que hace 5 meses, el equipo estaba peleando el descenso, y valoró el muy buen torneo que hicieron sus jugadores.
Por su parte, Santamarina, que había llegado tarde a ña cancha por un desperfecto con su micro y demoró el arranque del partido, ganó un partido más que importante, le cortó a Ferro una racha de 14 partidos sin perder como local, y se metió en la final por el ascenso donde lo espera Patronato.