El Cuervo derrotó por 2 a 0 al Lechero en su primer partido como local, en esta temporada, en el estadio de Platense. Tanto se había hablado de su mudanza a Mercedes, de su estadía en Ingeniero Maschwitz, que finalmente la mudanza recaló en Vicente López para que el debut de Atilio Svampa en el banco de suplentes del conjunto local.
Técnico que debuta gana dice una de las máximas más antiguas del fútbol y se hizo realidad. También fue el estreno del recinto Calamar para este Fénix de irregular campaña que mostró autoridad para derrotar a un diezmado Tristán Suárez. Las expulsiones infantiles de Elías Martínez y Ezequiel Rodríguez en el primer tiempo le abrieron las puertas al conjunto blanquinegro para liquidar la contienda en la complementaria. La bronca de Pedro Monzón con sus dirigidos y también con el juez del encuentro, Lucas Di Bastiano, no sirvieron para frenar los embates del ex equipo que conducía Gustavo Cisneros.
En la segunda etapa llegó la calma para el Cuervo ayudado por la desventaja numérica de su oponente. Antes del cuarto de hora Andrés Vombergar capitalizó un rebote que dio Rodrigo Lugo tras un disparo de Gonzalo Bozzoni y clavó el 1 a 0. Así el local se relajó y dejó que el Lechero, jugado y sin expectativas, se arrime a la valla de Agustín Pérez. Los de Svampa aguantaron los sofocones y apelaron a varios contragolpes. Alfio Lorenzo, quien dilapidó un mano a mano tras correr con la pelota durante 40 metros y otros dos de menor tenor, selló la historia con un golazo desde afuera del área grande.
El 2 a 0 fue irremontable para la escuadra de Ezeiza. Fénix, en silencio, se alzó con una victoria que lo dejó nuevamente en el umbral de otro Reducido. Siempre estuvo cerca y amagando durante esta temporada. Tal vez la casa y el técnico nuevo le hayan dado otro aire para aumentar sus ilusiones.