Real Madrid logró una épica victoria sobre Bayern Múnich y clasificó a la decimoctava final de Champions League de su historia. En el cierre hubo una enorme polémica por mala praxis del equipo arbitral.
El último ataque de Bayern Múnich en Madrid finalizó con fuera de juego señalado por el asistente, e inmediatamente pitado por el juez Marciniak.
La acción prosiguió en simultáneo al pitido y Konrad Laimer conectó al 2-2, con la jugada ya paralizada, al igual que algunos futbolistas.
El asunto es que la posición del propio Laimer, que valió el fuera de juego, generó polémica.
El asistente no realizó el “delay de bandera” y cortó una acción que debió ser revisada por el VAR, porque Laimer parecía estar en la misma línea que Rüdiger. Falla técnica del equipo arbitral, en contra mano al protocolo VAR.
La revisión no fue posible ya que el gol es posterior al pitido de Marciniak. Un error técnico que pudo cambiar por completo la historia.
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