Fútbol, dinámica de lo impensado. Una vez más, un nuevo capítulo de esa famosa «Fraser» se hizo realidad cuando el Ejército de Tartán, casi sin patearle a los Bohemios, le ganó por 1 a 0 en la noche de Glasgow. El gol de Ryan Fraser en el inicio de la contienda dejó a los de Steve Clarke en lo más alto del grupo y, tan sólo, a un paso de un histórico ascenso a la elite de la Liga de Naciones de Europa.
En el arranque, República Checa tuvo el triunfo pero David Marshall se lo negó a Lukas Provod. Lo que jamás imaginaron los dirigidos por Jaroslav Silhavy fue que, a los 5 minutos, Escocia iba a tomar la ventaja cuando Fraser empujó una asistencia de Lyndon Dykes e infló las redes de la cueva defendida por Tomás Vaclik.
Desde que el dueño de casa marcó el 1 a 0, el partido le correspondió por completo a la visita. Pudo empatarlo Provod rápidamente pero volvió a fallar ante el guardameta con pasado en el Celtic, y en el Cardiff City de Gales. Al rato, el mismo portero le ahogó el festejó a Matej Vydra. Y, después, reinó la intrascendencia durante media hora.
Para la complementaria la tónica era prácticamente similar. El Ejército de Tartán sabía que hacía negocio y buscaba cuidarlo a como dé lugar. Tomas Soucek perdió la igualdad tras un córner, Marshall volvió a frenar un remate de Vydra, y, en el descuento, tampoco lo consiguió Jan Boril con un potente intento. El dueño de casa, entre las pocas que generó, contó tal vez con la más clara pero el travesaño le devolvió la oportunidad clarísima a Oliver Mc Burnie.
Escocia, que inmerecidamente se impuso por 1 a 0 en Glasgow, quedó a un triunfo del soñado ascenso a la elite de la Liga de Naciones de la UEFA. De hecho, semejante premio, podría conseguirlo justamente ante quienes en su momento se independizaron de República Checa. Eslovaquia, el domingo 15 de noviembre, será posiblemente el día donde este grupo de británicos vuelva a celebrar algo después de mucho tiempo.