Con un gol de Alessandro Schöpf a quince para el final, el Wunderteam derrotó a la Tricolorii en Ploiesti y quedó en lo más alto del grupo junto a Noruega que tampoco afloja. El 1 a 0, casi agónico, dejó a los de Franco Foda con notables chances del ascenso a la elite de la Liga de Naciones de Europa a dos fechas del final de la etapa regular.
No le sobra nada pero tampoco tiene muchas grietas. Si el verdadero cuco del grupo para Austria tenía que ser Noruega, el elenco rojo que vistió de negro sólo había perdido unidades justamente ante Rumania. Este triunfo, en el oriente del viejo continente, fue una suerte de revancha para no perder de vista a los Vikingos con quien cerrará la zona el miércoles 18 de noviembre.
Es verdad que la diferencia pudo ser mayor para la visita. Más allá de lo parejo del pleito, las más claras fueron para los de Foda. En el capítulo inicial, el travesaño le negó la apertura del marcador a Michael Gregoritsch y, en la complementaria, el larguero le dijo que no a Christoph Baumgartner. La caprichosa no quería entrar aunque, en Oslo, Noruega también igualaba sin goles frente a Irlanda del Norte y no se producían cambios en la cima.
Cuando cayó la noticia del gol Vikingo, el Wunderteam tuvo que apretar el acelerador. Iban media hora de la complementaria, la visita desbordó por flanco izquierdo y metió la redonda en la zona candente. Baumgartner aguantó el esférico y descargó para Schöpf que, sin marcas y mejor perfilado, le rompió el arco a Ciprian Tatarusanu que nada pudo hacer en la otoñal noche de Ploiesti.
Rumania, que por el momento se está salvando del descenso al tercer nivel en la Liga de Naciones de Europa, sufrió una nueva derrota y apostará a conservar la distancia que aún mantienda con Irlanda del Norte. Austria, con el 1 a 0, sigue mirando desde arriba a todos menos a Noruega con quien dirimirá, en la jornada final, quién asciende a la elite de esta competencia.
