El Gigante de Baviera se salvó de quedarse con diez hombres en la noche de Londres sólo porque Glenn Nyberg decidió conformar la situación con una cartulina amarilla sin acercarse a la pantalla y revisar la situación mediante el VAR. Y a todo esto, el jugador de los Gunners le dio tiempo para que lo haga sin lograr su objetivo.

Iban 10 minutos del segundo tiempo en la capital inglesa cuando Gabriel se acercó a Harry Kane para realizarle una marca pegajosa. El goleador del Bayern Múnich lo vio con ojos en la espalda, calculó, y cuando se le pegó el brasileño abrió los brazos impactando su codo en el cuello del defensor del Arsenal.

El árbitro sueco decidió castigar al ex Tottenham solamente con una amonestación. Gabriel quedó tendido en el suelo, pidió asistencia médica, pero en ningún momento hubo un llamado por parte del VAR para que el juez principal revise una sanción que tuvo más pinta de anaranjada que de amarilla.

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