Se va un año más que a nivel deportivo y nacional dejó otro sabor amargo por la final perdida en la Copa América ante Chile. Sin embargo habrá revancha en 2016 porque se disputará nuevamente este certamen, teniendo en cuenta el centenario del mismo. Allí, en Estados Unidos, podrá gritar campeón la Selección Argentina después de 23 años.
Sin dudas que con el desempeño de la albiceleste aparecieron sentimientos encontrados. En 2014 se perdió en la instancia decisiva ante Alemania y en 2015 frente a la Roja de Jorge Sampaoli. Así también el comienzo en las Eliminatorias para el Mundial de Rusia no fue el imaginado: derrota frente a Ecuador, empate contra Paraguay y Brasil, y un esperanzador triunfo en Colombia frente al combinado cafetero. No obstante sigue roto ese idilio entre el equipo y la gente. Por eso mismo hay un gran motivo para brindar en la noche del 31 de diciembre.
Otro aspecto que no hemos podido mejorar es en el referido a la violencia. Se intentó la vuelta del público visitante dejando por ejemplo a Pablo Lugüercio herido mientras hacía la entrada en calor pegado a la tribuna de Lanús. Sería un digno pedido en el momento de alzar las copas por el regreso de paz en el fútbol argentino. Foclore sí, panaderos no.
Tampoco se pudo elegir presidente en AFA. Un buen brindis debe incluir, sin lugar a dudas, que haya transparencia en todos los ámbitos. Y cuando decimos «todos» metemos al periodismo en la misma bolsa. Porque la pasión es la misma tanto para un dirigente, para un hincha, o un colega a la hora de hablar y opinar sobre este deporte incomparable.
En cuanto a lo individual hay clubes que tienen más motivos que otros para recordar al 2015 pero el año entrante traerá 366 oportunidades para renovar ilusiones. El fútbol es la dinámica de lo impensado y todo puede ocurrir. Por eso mismo, a la hora de los festejos, levantemos la copa en este fin de año para soñar con alzarla a partir del primer día del 2016. ¡Felices Fiestas!