El Guaraní cantó victoria en la tarde de General Villegas tras derrotar por 1 a 0 al Salaíto que entregó prácticamente el campeonato por su nefasta actuación fuera de Santa Fe. Los hombres de Marcelo Vaquero, ya asentado en el Reducido, sumaron así su décima encuentro sin triunfos en condición de visitante.
Una vez más Argentino de Rosario hizo los méritos para llevarse algo y terminó con las manos vacías. Pareciera como que el destino estuviese marcado para un plantel rico y con potencial que cada vez que pisa la provincia de Buenos Aires regresa con un karma a la Cuna de la Bandera. Esta vez su víctima ha sido Deportivo Paraguayo que, con una formidable actuación de su guardameta, Mariano Romero, logró quedarse con los tres porotos para mantener intacta la llama de entrar al Reducido casi por la ventana en la actual temporada de la Primera D.
Brilló el «Pitu» Romero en el primer tiempo para permitir que sendas escuadras marchasen al descanso igualadas en cero. Al cuarto de hora le sacó una gran oportunidad a Leandro Córdoba quien, en el corazón del área grande, conectó un buen centro de Nazareno Bartomioli sin fortuna frente al ex guardameta de Victoriano Arenas. Incluso el uno local volvió a aparecer antes del descanso para tapar un remate de Nicolás Echegaray desde afuera del área que tenía buenas intenciones.
A los 11 minutos de la complementaria llegó el único tanto del partido producto de un tiro libre en favor de los muchachos de Raúl Celín que partió desde su propio campo. La redonda cayó a la altura de la medialuna y la capitalizó Gonzalo Molina quien de emboquillada la colgó del ángulo izquierdo del arco defendido por Lucas Rodríguez.
Con la victoria en su favor, el Guaraní aguantó el resultado frente a un rival que fue en búsqueda del empate pero ni siquiera logró gravitar a pesar de los cambios impuestos por Vaquero. La más clara para la parda la tuvo Pablo Pereyra frente al arco pero careció de puntería para arrebatarle el triunfo a los locales.
Deportivo Paraguayo ganó 1 a 0 y quedó proviosriamente a seis unidades de Muñiz y Juventud Unida que serían los ocupantes de las últimas plazas del octogonal. Argentino de Rosario volvió a Santa Fe como últimamente se acostumbró cada vez que viaja a Buenos Aires: con las manos vacías y sabiendo que deberá levantar cabeza la fecha que viene ante un durísimo rival como Real Pilar para acomodarse mejor en el Reducido.