DEPORTIVO LAFERRERE: EL DÍA QUE EL VILLERO FUE UNA FIESTA

No importó en lo más mínimo empezar perdiendo a los 18 segundos del primer tiempo. El gol de Brian Romero para Argentinos Juniors ni siquiera silenció a la gente del Villero. Tampoco lo hizo el penal que sancionó Héctor Paletta promediando la segunda parte. Al contrario, las manos mágicas de Leandro García desataron aún más la algarabía en tiempo regular y el inolvidable festejo en los penales. Y aunque la noticia deportiva haya sido el triunfo del Deportivo Laferrere sobre el Bicho de La Paternal, la crónica sobresaliente la dio el comportamiento de los hinchas del Verde en el Alfredo Beranger.

El fútbol sin visitantes es como el vino con hielo. Es fútbol, pero no se disfruta igual. Una vez más la Copa Argentina dio muestra que un espectáculo con ambas parcialidades es posible. Y en la gélida tardenoche de Temperley se vivió una jornada inolvidable para los fundamentalistas del folclore en este deporte.

Deportivo Laferrere mostró que es posible hacer fiesta sin violencia y es loable destacarlo. Así como los canales de televisión, estaciones de radio y páginas de periódicos llenaron siempre sus espacios informando sobre episodios de barbarie provocados por el club de Rodney y Magnasco, también es importante destacar cuando todo lo contrario sucede. Claro que, por este solo encuentro, nadie afirmará que el Verde se conviritió de Gargamel a Heidi de la noche a la mañana. Pero tal vez, aplaudiendo el carnaval y aclarando que ese es el ejemplo a seguir, el camino hacia la corrección vislumbre a lo lejos una luz de esperanza.

El Villero cantó contra Almirante Brown, Deportivo Morón y Nueva Chicago, tres históricos rivales de toda la vida. El oeste del Gran Buenos Aires se divide, en gran escala, entre esos cuatro equipos del fútbol de ascenso. Pero mientras todo quede en un cántico, siempre y cuando la euforia dure 90 minutos, todo es bienvenido en la súplica de paz que rueda junto a la pelota número cinco.

Difícilmente Deportivo Laferrere pueda olvidarse de las ocho mil almas que metió en Temperley un 27 de julio de 2016. Esta vez fue una fiesta y merece ser contada.

Acerca de Marcelo Patroncini 20002 Articles
Nació en agosto de 1982. Leonino y soñador. Desde chico jugaba a ser periodista con la máquina de escribir que había en su casa. Amante del fútbol, la gastronomía y los viajes. En 2005 fundó Vermouth Deportivo junto a Fran Alí.
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