El Dragón ganó en el epílogo del partido, en el Juan Pasquale del Bajo Nuñez, y aprovechó para mantener la ventaja de siete puntos con sus escoltas Brown de Adrogué y Atlanta. El elenco de Rodolfo Della Picca venció al Villero por la mínima diferencia tal como lo hizo en sus últimas siete victorias.
Una de las máximas de la formación de grandes equipos es que se construyen de atrás hacia adelante. Defensores de Belgrano es uno de ellos porque recibe muy pocos goles y, de hecho, en relación a la cantidad de partidos disputados, es el conjunto que menos tantos en contra tiene en este 2015. A partir de ello, en adelante, todo queda sujeto al trabajo de los atacantes. Y así se fue armando la escuadra Rojinegra, que transita en la punta y sin sobresaltos, y que además no pierde hace once fechas.
El partido en sí fue malo, sin llegadas. Ni siquiera hubo propuestas de buen fútbol en la tarde porteña. El local levantó una muralla en el fondo pero estuvo inconexo de tres cuartos hacia adelante. Los Villeros, en cambio, no supieron cómo vulnerar la pared defensiva del conjunto de Della Picca y el empate les sentaba más que bien. Así ofrecieron un pálido empate sin goles en el primer tiempo.
No mucho cambió para la segunda mitad. Aburrieron por doquier y el empate sin goles era la mejor descripción posible para este partido de fútbol. Pero el local, afilado y de racha, tiró toda la carne al asado en tiempo cumplido. Allí, Lucas Buono conectó una asistencia de Fernando Enrique y Francisco del Riego la tuvo que ir a sacar del fondo del arco.
Con el último suspiro, Defensores de Belgrano se quedó con los tres puntos que lo consolidan en lo más alto del campeonato de la Primera B Metropolitana. No es la primera vez que triunfa con lo justo. De loas 14 victorias en este torneo, diez las consiguió por 1 a 0. Villa San Carlos fue otra de las víctimas de este Dragón que tuvo, una vez más, un final Buono.