El triunfo en Paraguay por 2 a 1 le permitía a los muchachos de Hernán Jorge Crespo jugar con la tranquilidad del resultado. Abusando de ello, el Halcón logró meterse en octavos de final de la Copa Sudamericana tras empatar 1 a 1 con el Chanchón en la fresca noche de Florencio Varela.
Sufrió Defensa y Justicia pero logró pasar de fase. Si bien la pelota pasaba por los botines de la escuadra argentina, las más claras del primer tiempo parecían corresponderle a un Sportivo Luqueño que a base de pelotas paradas, y también de desbordes, complicaban la zona candente de Ezequiel Unsain.
Carlos González, tras una excelente acción personal de Hugo Aquino por izquierda, llegó a puntear un centro en la puerta del área chica que encontró prácticamente de casualidad el ex guardameta de Newell´s. Más tarde, los paraguayos llegaron con un lindo cabezazo de Oscar Noguera que volvió a quedar en los guantes del portero local.
Defensa y Justicia reaccionó y, llegando a la media hora del capítulo inicial, contó con dos buenas oportunidades para abrir la cuenta. La primera fue un remate cruzado de Braian Romero, una de las figuras de la tardenoche, que se fue cerca del palo derecho. La otra se trató de un fascinante tiro libre ejecutado por Marcelo Benítez que, Nicolás Campisi, desconectó con lo justo. No obstante, Sportivo Luqueño parecía merecer algo más y lo consiguió antes de irse al descanso.
Una pelota parada le jugó una mala pasada a Unsain que no pudo atenazar el esférico para que, finalmente, Emanuel Morales pusiera el 1 a 0 de arremetida. La complementaria parecía que sería digna de alquilar balcones pero, el reloj, fue el mejor aliado para los de Crespo que se replegaron mejor y no sufrieron tanto como sucedió en el capítulo inicial.
Y en la segunda mitad, sacando alguna buena intención guaraní en los pies de Orlando Gaona Lugo, las más claras fueron para el Halcón. Romero no pudo batir a Campisi en un claro mano a mano pero después, sobre el epílogo, alfojó tensiones con un bombazo inatajable que puso cifras definitivas en el «Tito» Tomaghello.
Sportivo Luqueño, a un gol de los penales, adelantó líneas y terminó sufriendo la expulsión de Marcos Riveros por una artera patada sobre el uruguayo, Miguel Merentiel, cuando se iba de cara al segundo grito para los de Florencio Varela. Defensa y Justicia, con el 1 a 1, y el 3 a 2 en el global, se metió en octavos de final de la Copa Sudamericana sabiendo que su próximo rival será el durísimo y experimentado Vasco de Gama.