En vísperas de lo que será el desarrollo de un nuevo torneo continental a nivel de selecciones, Vermouth Deportivo propone, a tres días del partido inaugural entre Chile y Ecuador y a cinco del debut de los dirigidos por Gerardo Martino frente a Paraguay, un repaso del que fue el primer certamen disputado en tierra chilena.
Para rememorar la primera edición que se jugó en el país trasandino, debemos remontarnos 95 años atrás. El de 1920 fue el cuarto Campeonato Sudamericano -por entonces no se llamaba Copa América- en disputarse, y el seleccionado argentino llegó habiendo jugado los tres certámenes anteriores pero sin saber lo que era finalizar en el primer puesto, condición que compartía con Chile. En cambio, los otros dos países participantes ya contaban con trofeos en sus vitrinas: Uruguay sumaba dos y Brasil, uno.
Por entonces, estos cuatro seleccionados -los únicos que pertenecían a la Conmebol- se enfrentaban todos contra todos en un partido único. Luego, el que más puntos sumaba, era quien se consagraba campeón.
Argentina debutó frente a Uruguay el domingo 12 de septiembre y formó con Tesoriere; Cortella y Bearzotti; Frumento, Dellavalle y Uslenghi; Calomino, Libonatti, Badalini, Echeverría y De Miguel. El tanto convertido por Echeverría no alcanzó y el resultado final fue 1 a 1, aunque podría haber sido victoria ya que el portero uruguayo le contuvo un penal a Calomino.
Ocho días más tarde, para el segundo partido, frente al combinado local, la “Albiceleste” se presentó con una modificación: Lucarelli por Echeverría. El empate en uno se repitió -con gol de Dellavalle- y, como Uruguay goleó a Brasil por 6 a 0, el conjunto argentino llegó a la última fecha un punto por debajo de “La Celeste”.
El 25 de septiembre Argentina jugó su último partido del campeonato frente a Brasil. Con el regreso de Echeverría -autor del primer gol; el otro lo hizo Libonatti-, más los ingresos de Presta y Bruzzone por Dellavalle y Uslenghi, el equipo argentino venció por 2 a 0 y alcanzó la cima de la tabla, a la espera del duelo entre uruguayos y chilenos. No obstante, en éste, disputado el 3 de octubre, Uruguay derrotó a los locales por 2 a 1 y obtuvo su tercer trofeo sudamericano.
De esta forma, el combinado argentino, que no tenía director técnico, finalizó su campaña de manera invicta, aunque no pudo consagrarse. Luego, con el transcurso de los años, Argentina se haría fuerte en territorio chileno y lograría desquitarse, ya que se coronó campeón en cuatro de las cinco ediciones restantes que se organizaron allí hasta el día de hoy: 1941, 1945, 1955 y 1991. Esperemos que, en este 2015, el equipo de Messi, Mascherano y compañía, logren que la historia nos siga jugando a favor.