Vidal y Vargas. Dos goles para que la selección anfitriona de esta Copa América pudiese arrancar con el pie derecho en este certamen donde un local no triunfaba en el debut desde Colombia 2001. De esta manera la escuadra de Jorge Sampaoli picó en punta como para asegurarse medio pasaje a la próxima fase y, en caso de continuar por la senda victoriosa, de jugar siempre en el estadio Nacional de Santiago.
Chile demostró desde el arranque que su intención es ganar por primera vez este título y, más que nada, en su propia tierra. Alexis Sánchez al minuto de juego tuvo la primera ocasión clara de la noche con una corrida que desacopló al fondo ecuatoriano pero su disparo se fue muy cerca del poste izquierdo de Alexander Domínguez.
El ritmo del partido fue intenso. Los de Gustavo Quinteros se plantaron firmes sobre el terreno de disputa y, una vez asentados, osaron con molestar la valla defendida por Claudio Bravo. El guardameta del Barcelona tuvo que responder con esfuerzo ante un remate de Miller Bolaños. Los locales mermaron el nivel y su contrincante supo aprovechar ese lapsus de la Roja para no pasar sobresaltos. No obstante la ausencia de ciertas figuras en el elenco amarillo, y la escueta cuota ofensiva demostrada en los últimos tiempos, generó que la primera parte culmine casi sin llegadas de riesgo y con un 0 a 0 que aparentaba inamovible.
Sampaoli, atento al desarrollo, sacó a Jean Beausejour en el entretiempo y apostó por Eduardo Vargas, un delantero más para acompañar al «Niño Maravilla» del Arsenal. Esta modificación le iba a dar rédito a la larga para conseguir mayor peso en la ofensiva local.
La igualdad sin conquistas no cambiaba en Santiago y los de la Tri se llevaban un punto de oro en el debut. Hasta que a los 19 minutos Juan Paredes tomó infantilmente de la camiseta a Arturo Vidal y, el argentino Néstor Pitana, no dudó en sancionar el penal. El volante de la Juventus cobró la pena máxima por gol y así los de Sampaoli pudieron quebrar la primera barrera para ponerse en ventaja.
Pudo empatar Enner Valencia con un cabezazo que se estrelló en el travesaño cuando Ecuador salió en busca de revertir el resultado. No obstante todo se acabó para los dirigidos por Quinteros cuando un error en la salida fue aprovechado por Sánchez quien asistió a Vargas para estampar el 2 a 0 definitivo.
Hubo tiempo para que Matías Fernández se fuese expulsado cuando al cotejo le quedaban pocos segundos. La innecesaria infracción estando en ventaja dejó a La Roja con diez hombres pero, por sobre todo, con un hombre de recambio menos para la próxima contienda. Chile, sin lucir como se esperaba, cumplió y demostró estar con vida para pelear por su primer título de Copa América.