El Funebrero cantó victoria por 1 a 0 sobre el final del encuentro tras un primer tiempo perfumado con somníferos en San Martín. El Cervecero contó con situaciones para que el resultado sea otro pero Emanuel Trípodi tuvo una tarde formidable. Y el tanto de Lucas Cano cambió el colchón de la siesta por el de los sueños para el Tricolor que, el fin de semana entrante, buscará conseguir un lugar en la próxima edición de la Copa Argentina.
Chacarita Juniors y el Quilmes Atlético Club fueron de menor a mayor en Villa Maipú. Los 45 minutos iniciales fueron un despropósito al fútbol y graficaban a la perfección el presente de ambos en la tabla de posiciones. No obstante, cuando los de José María Bianco y los de Leonardo Lemos intentaron valerse de las falencias ajenas y salieron a buscar el triunfo, el pleito tuvo otro color en la complementaria.
Un tiro libre de Gabriel Ramírez y un disparo cruzado de Raúl Lozano fueron las dos acciones más claras del capítulo inicial y le pertenecieron a la visita. En ambas, la respuesta de Trípodi fue clave para evitar la caída de su valla mientras que el Funebrero lo poco que generaba lo hacía con dos intentos desde la medialuna que partieron del botín del intrépido Joaquín Ibáñez.
La complementaria no tuvo nada que ver con las escuetas emociones que se produjeron en el primer tiempo. Ya al minuto de juego, Marcos Ledesma se quedó con un disparo a quemarropa de Cano en pleno área chica. La respuesta en el sector opuesto de la cancha estuvo en los pies de Ramírez que intentó guardar la caprichosa contra el palo más lejano del guardameta pero no tuvo la puntería necesaria para colocar el 1 a 0.
Iban unos y otros, el juego dejaba atrás el blister de clonazepam y lo cambiaba por un cóctel explosivo que podía darle el triunfo a cualquiera de los dos. En el rectángulo menor lo tuvo Brian Mieres para Chacarita y también Facundo Bruera para Quilmes pero el 0 a 0 continuaba adueñándose del score cuando el reloj ya marcaba que al juego le falta poco más de media hora por jugarse.
Los de Lemos no supieron aprovechar su momento en la complementaria. David Drocco tocó para Ramírez pero el atacante la mandó por arriba del travesaño. En la jugada siguiente Juan Bautista Cejas se hamacó en la puerta del área grande y su tiro estuvo realmente cerca de inflar las redes del conjunto del «Chaucha» Bianco. A los 30, Ignacio Bailone perdió una pelota y generó una contra para la visita que Trípodi acabó desarticulando ante el remate de Martín Prost.
El cuarto de hora final tuvo un intercambio magistral como si se hubiesen dado cuenta que el reparto de puntos era agridulce para dos clubes que supieron ser campeones de Primera División. Sacudió Juan Cruz González y la caprichosa se fue pidiendo permiso al costado del palo zurdo de Ledesma. Ramírez de tiro libre exigió a Trípodio que voló contra su parante diestro y mandó la pelota al tiro de esquina.
Y cuando las chances dilapidadas parecían condenar el resultado al 0 a 0, llegó la infracción de Alejandro Altuna dentro del área para que Leandro Rey Hilfer no dudase en sancionar la pena máxima. Cano, a los 39 minutos del segundo tiempo, sabía que cerca del epílogo había que asegurar el zapatazo y eso hizo con un fortísimo remate que torció para siempre la historia en Villa Maipú.
Quilmes, que tuvo oportunidades para ponerse en ventaja, no se resignó pero Justo Giani contó con dos situaciones en las cuales no pudo vulnerar a Trípodi para conseguir el empate. Chacarita, el equipo que durmió a todos en el primer capítulo, mostró actitud en la complementaria y cambió el colchón de la siesta por el del sueño de seguir trepando peldaños gracias al penal anotado por Cano.
Muchacho….Bailone no jugó ese partido!!!!!!