El Charrúa hizo negocio con el 0 a 0 en el Gabino Sosa. Si bien no jugó bien el elenco de José Rossi y mostró pasajes insípidos de esos que en otras fechas le sirvieron para sumar de a tres, esta vez el que mereció un poco más fue el Naranja que venía de perder en el Norman Lee ante San Martín de Burzaco pero debió conformarse con el reparto de unidades en la provincia de Santa Fe.
Central Córdoba mostró orden como lo hizo a lo largo de toda la temporada. Incluso la derrota de Ituzaingó en manos de El Porvenir parecía sentarle bien al dueño de casa que no se desesperó en búsqueda del triunfo pero estuvo cerca de perderlo en manos de un Berazategui que apostó fuerte y de no ser por el gran torneo de Matías Giroldi y el infortunio de sus jugadores, hubiese sonreído como visitante.
La más clara, sin dudas, fue apenas pasada la media inicial de la tarde rosarina. Una mano de Paulo Killer derivó en el penal sancionado por Daniel Zamora. Nahuel Pombo se hizo cargo de la ejecución pero el palo le negó el festejo al conjunto de Mario Gargiulo y Jorge Balanda.
Rossi metió cambios para ganarlo pero no surtieron efecto. El dominador en el Gabino Sosa era el Naranja que pasaba buenos ratos sin poder inflar las redes del Charrúa y alejándose de los puestos de vanguardia ya que una victoria le hubiese permitido descontarle unidades a la escuadra santafesina que es escolta del León Verde pero también podría considerarse líder virtual del certamen.
Central Córdoba conservó el invicto, achicó la brecha con Ituzaingó, pero se le acercó Dock Sud. Berazategui, después de ser noticia por los disturbios ante Sanma, quiso dar vuelta la página y aparecer en los primeros planos dando el batacazo en Rosario. Eso sí, falló en la puntada final y debió conformarse con el 0 a 0.